CAPITULO 15

534 59 24
                                    

Sanders no paraba de hablar, intentaba que Kyle y yo interactuáramos pero la verdad seguía molesta con mi hermano. Comprendía perfectamente su situación, ¿Pero cuántas veces él me hizo lo mismo? Y al final terminé perdonándolo.

Me retiré a mi habitación, cerré la puerta con algo de rudeza pero él no tardo en entrar.

-¿Qué tengo que hacer para que me perdones? –Pone los ojos en blanco, levantando sus manos al aire notándose su frustración. Bien, lo haría sufrir un poco más, de esa forma aprenderá la lección.

-Quiero dormir, me puedes dejar sola.

-Son las 8:00 p.m. –Señala el reloj digital sobre la mesita de noche.

-¿Y? –Me cruzo de brazos. –Estoy cansada.

Achica sus ojos observándome con recelo; deja escapar un pronunciado suspiro.

-Está bien te dejaré, espero que el sueño logre arreglar tu carácter.

-¿Qué dijiste? –Me puse a la defensiva.

-Te das cuenta que desde que Alec apareció no hacemos más que reñir. Antes nunca discutíamos Bianca. –Me dice con cierta decepción.

Me quedé pensando unos segundos sus palabras, lo quisiera o no, decía la verdad.

-Al principio fue por tu obstinada conducta con él. –Lo acusé.

-Sí bueno, solo te protegía. –Se encogió de hombros.

-Me protegías. –Repito arqueando una ceja. –Eran tus celos injustificados, ya te lo dije, somos hermanos, eso nada lo va a cambiar.

-Es que siempre hemos sido solo tú y yo, y ahora tengo que compartirte con un extraño. No es egoísmo...-Se queda meditando lo dicho. –Aunque tal vez y solo tal vez sí lo sea. –Se cruza de brazos poniendo cara de macho-alfa y haciendo trompitas, lo que hizo que se viera divino, no pude evitar comenzar a reírme.

-¿De qué te ríes? –Preguntó disgustado.

-De ti, ¿Has visto lo lindo que te ves haciendo pucheros?

-Yo no hago pucheros. –Sin darse cuenta lo vuelve a hacer, lo que incrementa mi risa.

-Bianca deja de reírte. –Su cara se torna roja, sé que está molesto.

Pero es tarde, me siento sobre la cama y sostengo mi estómago, no sé porque esta situación me pareció cómica. Las lágrimas se deslizaron sin tener control.

Padre entró y al verme riendo me miró frunciendo el ceño, Kyle volteó los ojos en su dirección, abandonando la habitación.

-¿Ya se reconciliaron? –Consulta, mirando a Ky alejarse.

-Más o menos. –Respiro varias veces tratando de contener los residuos de risa.

-¿Y por qué fue esta vez? –Quiso saber.

-Cosas de hermanos. –Me limité a contestar.

Sander por suerte no indagó más y me dejó sola, el teléfono sonó a los pocos momentos, era Alec.

-Hola preciosa.

-Hola, te extrañé.

Quería verlo, estar con él todo el tiempo, su lejanía me lastima, resiento su ausencia, como si no estuviera completa hasta que estamos juntos.

-Hoy hay lluvia de estrellas. -Me dijo.

-¿En serio?

-Sí, me encantaría que vinieras.

HÍBRIDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora