HÍBRIDOS

CAPITULO 10

Padre comenzó a llamarnos como desquiciado, eran cerca de las 5:00 a.m.

-Bianca, Kyle, bajen ahora mismo. –Gritaba.

Me levanté a regañadientes, nuestro oído era más sensible, y su ronca voz retumbaba como si me estuviera hablando en la oreja. Al salir vi a mi hermano estirarse a sus anchas y bostezar con el cabello desordenado y restregándose los ojos.

-¿Qué bicho le pico? ¿No ha visto la hora? –Me indica, pienso lo mismo, pero por el tono de voz que utiliza no deber ser nada bueno.

Llegamos a la sala de estar, donde el televisor se encontraba encendido en el canal de noticias. Sanders sostenía el control remoto y se movía de un lado al otro como león enjaulado.

-¿Me quieren explicar qué paso ayer en el Centro Comercial? –Y sin agregar más nos señala la pantalla del televisor donde son sacados en camilla la pareja de la cual, nos alimentamos.

-¿Díganme que ustedes no tienen nada que ver con eso?

Mi hermano palidece y abre los ojos como platos, intercambia una mirada conmigo, lo que tanto temíamos se hacía realidad.

-Mellizos. –Nos reprende. –No me mientan.

-Es mi culpa padre, me encontraba débil. –Me defendió Ky.

-No es la mía, yo busqué a la pareja.

-Es culpa de ambos, ¿Qué parte de pasar desapercibidos no comprenden? ¡Dios! –Sus manos zumbaban en el aire, moviéndolas de un lado al otro, claro que entendía la gravedad del asunto.

-¿Están bien? –Pregunto casi en un susurro.

-Sí, pero débiles, no puedo creer lo descuidados que fueron. ¿Para qué tomar sangre de los humanos si yo se las proporciono? El refrigerador está lleno de bolsas.

-No es igual. –Se justifica mi hermano.

-No es igual, ¿Y crees que eso me importa? Sangre es sangre, y espero que esta sea la última vez que cometan una estupidez como esta. Acaban de decirle a Igles donde estamos. Él está pendiente de que nos descuidemos, un error menor que este, fue el que lo trajo a nosotros la última vez.

-Lo sentimos padre. –Me disculpo.

-Sentirlo no basta. –Coloca sus manos sobre ambos lados de su cadera y deja ir un suspiro. –A parte de Igles, hay un poderoso vampiro que también los quiere, no podemos darnos el lujo de bajar la guardia.

-¿Qué podemos hacer? –Inquiero.

-Empaquen, nos vamos.

-¿Qué? –Sentí como el suelo a mis pies se sacudió.-No, seremos más cuidadosos, ¿Verdad Kyle? –Vuelvo a ver a mi hermano en busca de ayuda, pero él baja la cabeza, puedo sentir su frustración.

-Debemos darnos prisa, Igles se mueve rápido.

-No puedes saber si él viene por nosotros, talvez no lo asocie.

-¿En serio Kyle? –Sanders lo fulmina con la mirada. –Es del gobierno, el Laboratorio era solo una pantalla, ¿Para quién crees que trabajaban? Invirtieron mucho en ustedes, le pertenecen.

-¿Y si dejamos de huir? –Mi propia voz me sorprendió.

-Bianca, no quiero discutir contigo.

-Sanders, hemos estado huyendo toda nuestra vida, estoy cansada. Este lugar me agrada, tengo amigos, e incluso, me gusta un chico, sé que no soy normal, sé lo que soy, pero es tan malo querer ser solo una adolescente.
–Cristalinas lágrimas recorren mis mejillas.

-Oh cariño. –Sanders me abraza, no entendía muy bien las emociones humanas, pero su contacto se sintió bien. –Todo lo que hago es para protegerlos.

-Lo sé. –Respondo percibiendo su preocupación.

-Estoy de acuerdo con mi hermana, irnos no es la solución, estoy cansado también, opino que los enfrentemos, hemos mejorado nuestras habilidades, podemos hacerlo.

-Hijos. –Padre nos mira con comprensión. –Si derrotan a Igles, enviarán a otro, nunca serán completamente libres.

-No es justo. –Expreso molesta.

-No, no lo es, pero es su realidad.

-¿Y si nos entregamos a ellos? ¿Qué tan malo puede ser?

-Kyle no puedes hablar en serio.
–Sanders luce consternado ante el comentario. –No tienen idea de lo que ellos son capaces. Para mí, son niños, que merecen algo mejor, para el gobierno, son armas letales, que cumplirán un propósito, hacer su trabajo sucio. Los encerrarán y entrenarán para matar, ahí no tendrán oportunidad de tener amigos, ni enamorarse, serán suyos para siempre, y si se revelan, los eliminarán, así funciona.

-Pues no es muy diferente a como estamos ahora. –Añade Ky desanimado.

-Chicos lo lamento, me hubiera gustado una vida  distinta, pero no sé qué más hacer.

-No, nos iremos. –Sostengo. –Jamás he usado mi poder de persuasión contigo, pero si insistes, me veré obligada a hacerlo.

-Bianca. –Padre me mira con resignación.

-Hablo en serio, somos dos contra uno, por esta vez, toma en cuenta nuestra opinión.

-Apoyo a mi hermana. –Kyle se acerca a mí y encierra mi mano entre la suya.

-Nos encontrarán, y todo el esfuerzo que he empeñado en protegerlos será en vano.

-Déjalos que vengan. –La mirada de Ky se endurece. –Les demostraremos lo que somos capaces de hacer.

Padre bajó la cabeza, sabía que no podía convencernos de lo contrario, era una batalla perdida. Ninguno de los dos daría el brazo a torcer.

-Quiero que quede claro, que esto es un error.

-Asumiremos el riesgo y las consecuencias. –Decimos al mismo tiempo.

Sanders mueve la cabeza en negación pero ha sido dicha la última palabra, sonríe sin una gota de humor.

-Bien, pero me tomo la molestia de advertirles que se están exponiendo mucho. Los amo como si de verdad fueran mis hijos, sé que no sienten lo mismo por mí, que solo me ven como la persona que los cuida. He intentado convertirlos en mejores personas, espero haber logrado aunque sea un poco mi propósito.

Me sentí avergonzada, él no sabía de nuestras andanzas en el pasado, padre era bueno, nos quería de verdad, y de repente me sentí enfadada conmigo misma por mi proceder. Kyle solo me miraba ¿Qué ocurría con nosotros? ¿Por qué éramos así? ¿Por nuestra mitad vampiro?

-Nosotros cuidamos de los nuestros, papá.-Vi como los ojos de Sanders se cristalizaron, y por segunda vez, permití que me abrazara. Ky se acercó y padre lo jaló, incluyéndolo en el abrazo, plantándole un beso en la cabeza. No, nos iríamos, enfrentaríamos a quiénes vinieran y les haríamos saber, con quién se estaban enfrentando.

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Huele a problemas, vamos a ver cómo se van desarrollando las cosas.

Feliz inicio de semana. 😘