Criaturas Extrañas

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          Estaba mirando las estrellas, o los planetas... o ese extraño objeto volador que se movía en el cielo. He escuchado tantas historias sobre OVNIS, o extraterrestres o lo que sea que sean, que me parecen absurdas, pero me crean dudas y curiosidad. Me pareció rarísimo que a altas horas de la noche volara por los cielos esa cosa brillante. Al principio pensé que era un avión, pero era muy grande y muy brillante para serlo. Ni modo, no me iba a quedar con la duda, así que seguí el rastro extraño que dejó por el camino que recorrió. Estuve aproximadamente dos horas caminando por las calles y los bosques desiertos por los que había pasado esa cosa, pero al final llegué al cementerio abandonado de la ciudad, que había dejado de operar en los mil ochocientos. Pensé en regresar a mi casa, se los juro, estaba aterrada, pero la curiosidad pudo más. Salté el portón principal y observé una pequeña luz a lo lejos. Dios, jamás pensé que este lugar fuese tan inmenso; pero la luz aumentaba cada vez y junto con su aumento crecía mi curiosidad. 

          Vi una cosa, quizás un humanito, o una criatura extraña o ya ni se, y decidí treparme a un árbol para observarla sin que me observara a mi. Vi que las tumbas tenían una forma rara, como si las hubiesen acomodado de tal manera que parecieran una especie de mensaje. Decidí subir más alto, y me arrepentí, de veras. Esas cosas habían movido cada tumba como por arte de magia y formaban una especie de jeroglífico, como si estuviesen enviándole un mensaje a sus compañeros del más allá. Me descuidé y rompí una rama, que luego me lastimó la pierna y me hizo sangrar. Uno de ellos me vio y comenzó a gritar y a correr rápidamente al árbol donde estaba y yo no podía escapar. Comencé a gritar mientras los observaba subir el árbol rápidamente para llegar hacia donde mi. Uno de ellos llegó muy cerca y  haló de mi pierna, haciéndome caer justo donde estaban sus compañeros esperándome. Eran horribles, eran como los de las fotos que hemos visto a lo largo de nuestras vidas; ojos inmensos y negros, con su cabeza enorme y cuerpos delgados. 

          Me tomaron entre ellos y ya no podía moverme, ni siquiera podía gritar, como si hubiesen ejercido un poder sobre mi, dejándome en una especie de coma. Me pusieron en el centro de su creación e intentaron hacerme una operación, quizás para conocer la anatomía humana o no lo se. Comenzaron a sacar objetos extraños y a experimentar en mi; me cortaron, me cosieron, me volvieron a cortar... pero recibieron una llamada más importante. Una luz roja salió del cielo y rápidamente intentaron borrar mi memoria, pero tenían prisa, lo se, y corrieron a su nave y me abandonaron, herida y aterrada. Ya han pasado muchos años desde que esto me pasó, vivo en un hospital especial porque nadie me creyó. Mis padres me abandonaron desde que entré a este lugar. Nadie sabe que estamos en peligro. Sueño con ellos cada noche, y en la mañana cada vez que le advierto a alguien sobre lo que puede suceder, me ignoran y me dan un sedante. Ellos están entre nosotros, se los juro, y no quieren hacernos bien. Su raza es superior, y algún día seremos sus esclavos... si se apiadan y no nos destruyen.

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