22.- Como un helado de Guaraná.

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Llegaron a Busan sin ningún percance, de inmediato se instalaron en el hotel que Namjoon había reservado, pero a pesar de que el menor había planeado un día entero para hacer un pequeño viaje turístico, decidieron posponerlo, pues al decir verdad, el humor de ambos estaba por los suelos.

Jin se acercó a su novio y lo miró a la cara sin decir una palabra. NamJoon le sonrió sin ganas y lo abrazó.

— Ahora mismo te agradezco demasiado que estés a mi lado. — El menor se separó levemente para besar a su novio. — Y realmente siento mucho no tener ánimos para salir.

Jin asintió. — ¿Sabes qué? No necesito salir si estás a mi lado. — Sonrió.

Nam se recostó en la cama boca abajo y suspiró.

— De verdad creí que mi padre sería siempre mi mejor amigo. Pero las personas no siempre son lo que uno espera ¿Verdad? Fuel mi culpa. No la de él.

— Claro que no, Nam, no. — Jin se acercó a su novio. — Eres el mejor hijo del planeta. Y tu padre debería de entender esto.

— De tí me gustaría escuchar que soy el mejor novio. — Bromeo.

Jin soltó una risita nerviosa. — Eres el mejor novio del mundo.

NamJoon giró el rostro para poder mirar a su novio y comenzó a reír.

— ¿Sabes algo? Con el montón de becas que me da el gobierno, puedo permitirme pagar un día más, en compensación por este ¿Qué te parece? — Nam miró al mayor, sonriendo.

Jin negó repetidas veces. — No hace falta que gastes tu dinero de esta forma, mejor disfrutemos del hotel por hoy y mañana de la playa.

Se recostó a su lado y hundió el rostro en su hombro.

NamJoon suspiró. — Creo que esa es una buena idea.

El peliplata se giró levemente para poder abrazar a su novio. Era obvio que a ambos les daban unas ganas increíbles de abandonarlo todo, de olvidar el pasado y poder decirle "hola" al futuro. Pero no era cosa fácil y eso NamJoon lo sabía mejor que nadie.

Sin más que decir, ambos se dispusieron a pedir servicio a la habitación, pasando el resto de la tarde mirando películas por cable mientras comían ramen y uno que otro panquesillo.

La pareja de enamorados se quedó profundamente dormida, con un montón de frituras, recipientes vacíos y uno que otro empaque sobre la cama.

Al despertar, SeokJin acarició la mejilla de Namjoon con cariño. Su novio era realmente lindo cuando dormía, parecía un cachorro al que debía proteger y Jin podía jurarle al mismo cielo que eso haría mientras viviera.

Se posó encima de NamJoon y comenzó a repartir besitos cortos alrededor del rostro del menor.

NamJoon se quejó por varios minutos, pero al final Jin salió victorioso y logró que el peliplata se despertará.

El menor no podía ocultar la enorme felicidad que le causaba estar junto a Jin, abrazo a su novio y comenzó a besarlo, desesperadamente, dejando por completo sus problemas. Pues SeokJin era el único acertijo que debía descifrar para ser completa y absolutamente feliz.

El par decidió que ese día lo disfrutarían al máximo, comenzando por supuesto por tomar una ducha en los baños públicos del hotel.

Entraron en la gran bañera predispuesta para los hombres y comenzaron a jugar con el agua como si de una alberca se tratará, NamJoon se puso de pie quedando por completo al descubierto, el agua resbalaba alrededor de todo el torso del menor, creando una hermosa e hipnotizante vista para SeokJin.

Closet |NamJin BTS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora