Capitulo 1, pag 3

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---Espero que seas consciente---dijo uno de ellos, un hombre de pelo cano con unas diminutas gafas redondas---, de que Saint Sophia es una institución académica en Chicago, y la Liga Ivy, compuesta por las ocho universidades más prestigiosas de Estados Unidos, busca en nuestros pasillos alumnos para sus centros.
   Una mujer de cabello abundantísimo me miró y dijo lentamente, como si le hablara a un niño:
  ---Tendrás a cualquier institución de enseñanza superior de este país o de fuera de él a tus pies, Lily, si eres aceptada en Saint Sophia. Si te conviertes en una chica Saint Sophia.
   De acuerdo, ¿y si no quería ser una chica Saint Sophia? ¿Y si quería quedarme en mi casa en Sagamore con mis amigos, y no a miles de kilómetros de distancia en alguna fría ciudad del Medio Oeste, rodeada de chicas de escuela privada que vestían igual, hablaban igual y presumían del dinero que tenían?
   No quería ser una chica Saint Sophia. Quería ser yo, Lily Parker, de pelo y eye liner oscuros, y un fabuloso sentido de la moda.
   Los que mandaban en Saint Sophia parecían menos vacilantes. Dos semanas después de la entrevista, recibí una carta por correo.
  ---Felicidades ---decía---. Nos complace informarte que los miembros de la junta directiva han votado favorablemente para su admisión en la escuela para señoritas Saint Sophia.
   No me hacía mucha gracia, pero a menos que huyera, que no era mi estilo, no tenía otra alternativa. Así que dos meses después, mis padres y yo nos dirigimos al aeropuerto de Albany.
Mamá había reservado los billetes con la misma aerolínea, así que nos sentamos juntos, yo entre los dos, en la sala de espera.
Mamá llevaba una camisa y pantalones sastre, su largo y oscuro pelo recogido en una coleta baja. Mi padre llevaba una camisa de vestir y pantalones color caqui, con su pelo castaño rojizo

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