My Pretty Whisper [Joshler/Tysh]

★One★

Aula 2B, típica escuela americana, Columbus Ohio,  estudiante de penúltimo grado, 17 años, cabello castaño y ojos color café, jugador del equipo de baloncesto, buen estatus, alta popularidad, un galán con las chicas, engreído y vocalista de la  clásica banda de todas las escuelas americanas.

Exactamente ese imbécil soy yo, Tyler Robert Joseph; Me copio de la chica nerd en los exámenes a cambio de besos y citas, me burlo de los “afeminados”, un vago que no hace nada en la escuela pero igual aprueba.

Dirían ¿vida perfecta no?… Pues  están muy equivocados, soy un pobre diablo, desesperado por cumplir su estúpido y tonto sueño. Ser un cantante famoso,  ¿irónico, no? Pensarán : “¿El niño de papi y mami quiere más atención?” pues así es estoy sediento de atención, quiero más y más, que todo el mundo hable de mí, quiero que la gente quiera ser como yo, que más personas me envidien y admiren al tiempo.

Sólo hay un ligero problema, soy un pésimo escritor, mis habilidades en  lenguaje no son las mejores y mi mente está tan llena de “popularidad, fama y atención” que no cabe nada más allí, soy tan cabeza hueca que no logro ni pensar por mi mismo, siempre tengo que copiarme de otro.

Sólo observen:

—Señor Joseph, ¿Quién comprobó que los electrones se encontraban en la periferia del átomo y la carga positiva de estos en el centro?—

—hmm, hmmm—

...

— hmm. No es una respuesta Tyler—

El profesor Steve me había sacado de mi estado de reposo, ruedo mis ojos unos 45 grados a la derecha, observo el cuaderno de un nerd y respondo:

—Rutherford, señor, él lo comprobó con el experimento de la lámina de oro en pequeño recipiente de vidrio—

De nuevo salvado por la gente, Felicidades Tyler.

—Gracias, ahora preste atención, esto le será más útil que su estúpido y tonto piano—

Me ofendió, No podía quedarme callado, no era costumbre que Tyler Joshep aguantara tal “insulto”.

—Gracias por aconsejarme maestro—

Dije en un tono hipócrita, me levanté del asiento y me puse en frente suyo, toda la clase, volteó a verme, mis “amigos” chiflan, aplauden y ambientan el “ring”.

—Pero sus consejos no aplican para personas como yo, claramente, soy mejor que usted a mi edad; ¿Y sabe que más? Su clase se puede ir a la verga—

Mis compañeros hicieron el típico uhhh, mis “amigos” aplaudieron, tiré los apuntes de Steve por la ventana del aula y salí de ese lugar.

Claramente ya sabía lo que seguiría: La directora de daría una charla, una bella multa a mis padres y una firmada en el registro, lo común, ya era costumbre todas las semanas, le pediría perdón a Steve por simbolismos y todos felices de nuevo.

«Pero Tyler esta vez será diferente».

Fue lo que no vi venir hacia mí.

Ese día pasó demasiado rápido, salí de la escuela, llegué a casa, mi padre me dió la charla emotiva de siempre, puso a mi hermano sabelotodo del  Zack como ejemplo, habló de lo bueno que era Zack en la escuela, dijo que tenía que ser igual a él, hablando del rey de Roma miren quien se asoma:

—Tyler hermano, que vergüenza le das a nuestro prestigioso apellido en la escuela, sabes que todos los Joshep siempre han obtenido los mejores puestos en la clase, han sido los favoritos de los maestros y han ido a la mejores universidades.—

Aquí vamos de nuevo, WoW Zack ¿no te cansas de torturar mi vida con tu perfecta imagen?, Ya es mucho con que los maestros me comparen contigo en la escuela, ahora vienes a darme una “lección sobre como ser un nerd”.

—Tal vez, yo no soy el típico y aburrido Joseph de siempre.—

—Claramente no lo eres, lástima que seas la oveja negra de la familia, yo le apostaba a nuestro primo, pero tú ya le ganaste el puesto Ty.—

Mi mirada se llenó de ira, aprieto mis puños, y sólo pronunció lo siguiente:

—Algún día, tú y el resto de los Joshep se van arrepentir por llamarme “la oveja negra”, Cuando yo sea importante, ahí, justamente en ese momento, pedirás perdón a Dios por haberme despreciado–

Literalmente a Zack le pareció como escuchar un chiste, su risa se apoderó de la sala y sólo me mira de arriba a abajo con un ceja levantada y una despectiva mirada.

—Ni volviendo a nacer, vas a lograrlo, permiso, tengo un proyecto de universidad que terminar.—

Se largó, se fue a su habitación; Simplemente retengo las lágrimas a tales palabras de  mi “Hermano” todo porque mi padre me enseñó que “los hombres no lloran”.

[...]

A la mañana siguiente ya me encontraba en la oficina de la directora, son exactamente las 8:30 am, estoy perdiendo la primer hora de clase, no me importa​ mucho la clase de español, no es lo mío, ¿De qué me sirve? no vivo en España.

—Tyler Joseph, ya es la tercera vez en la semana que está aquí.—

—Créame, a mí tampoco me agrada verla señora Lia.—

—Señorita para usted. Déjeme adivinar ¿Un  capuccino de vainilla?—

—Me sorprende Smith, usted ya lo sabe y déjeme adivinar, ¿Para usted un café Colombiano?—

—Wow Tyler, sí no fueras tan problemático, seríamos “amigos”.—

Smith estaba muy acostumbrada a verme en su oficina casi todos los días de la semana, ya sabía lo que iba a tomar y yo sabía lo que ella tomaría; Mandó a la mujer de la cafetería por las dos bebidas, en un par de instantes ya estaban sobre el escritorio.

—Bueno Joshep, no sé qué más hacer con usted.—

—Expulse a este hombre si es lo que desea.—

—Bien jugado niño, Pero hacerlo sería dejar que usted ganara y eso no va a pasar en mi escuela.—

“Sospechoso, Smith siga hablando, nunca me había parecido tan intensa una conversación con una anciana”.- Es lo único que retumba en mi mente

—Trabajo social, por 7 meses en el manicomio de la ciudad y al final tendrá que entregar un informe, sobre uno de los “Enfermos” de ese sitio.—

—Espere ¿qué? Pausa y atrás Smith... ¿El manicomio? En verdad usted está loca, sí piensa que cumpliré tal castigo—

—Me encantan éstas conversaciones.—

Dijo con risa, burlándose de mi expresión.

—Sí usted, no cumple con el castigo, Yo misma me voy a asegurar de que no se gradué de ésta, ni de ninguna otra escuela de los Estados Unidos. ¿Le quedó claro Tyler?—

“Maldita vieja, estoy encerrado todo el día en este lugar lleno de locos como usted y Steve y ¿ahora me quiere enviar al manicomio?”

—Sí, señorita Smith.—

Respondí, comienzo a tomar mi capuccino, por si fuera poco la siguiente hora tengo ciencias y tengo que pensar la forma de pedirle perdón a Steve, pero no se me ocurre nada con el manicomio​ en mi mente.

—Ah, y Joshep, Empieza hoy después de clases, de 3pm a 5pm, no llegue tarde o le sumaré un mes más.—

Sólo miré el reloj de la oficina, para cuando recuperé la noción del tiempo ya me encontraba en la puerta del manicomio.

(Tyler en multimedia)