Epilogo

1.1K 121 28
                                    


Shao

--¿Cómo ha podido pasar esto?
--Pero.... si la mejor noticia.
--No, no. ¡Esto no puede estar pasando!- colocó el rostro entre mis manos.
Tengo ganas de llorar.
Gritar.
Golpear algo.
Y a la vez me gustaría reír.
Ser feliz.
Es todo tan..... injusto.
--Shao por favor, no te entiendo.
Levantó la cabeza y miro esos ojos grises de los que tanto estoy enamorada. Las motitas negras que se encuentran en ellos me dan un poco de paz.
Pero su mirada de preocupación me hace volver a la realidad.
"¿Qué he hecho?"
--Yo.... oh... no puedo.
Ross se arrodilla delante de mí y acuna mis brazos entre los suyos.
--Realmente no te entiendo. Debería de un día feliz para nosotros. No sé porque te pones así.
--Pero....
--Vamos a tener una familia- sus ojos se humedecen y tranza saliva sin apartar sus ojos de mi- voy a ser .....padre- se le rompe la voz con la última palabra.
"¿Qué hice?"
"¿Porque?"
--Ross...
--Prefiero que me digas "Cariño" o "amor" incluso té dejo llamarme "pitufo", pero no por mi nombre. Por favor- suplica- No un día tan importante como hoy. Dios- de pronto se levanta y empieza a caminar de un lado a otro- realmente no te entiendo.
Suspiro incapaz de decir nada.
"¿Cómo le explico que soy feliz y desgraciada a la vez?"
--Dime que es mío.
"¿Qué?"
--¿Qué?
--Que me digas que es mío. Que no estás así porque... por... ¿Es que acaso te has?
"Santo Cielo"
--¡NO!
--¿Entonces?- vuelve a caer de rodillas a mi lado- ¿Porque no estás feliz sabiendo que me vas a dar un hijo? Que será nuestro.. Fruto de lo que hemos forjado.
--No quiero tener hijos- lo suelto sin pensarlo dos veces y me arrepiento en el mismo instante.
"Eso ha sonado tan mal"
Ross de nuevo se levanta y su rostro que antes era de preocupación, ahora se ha tornado serio y enfadado.
--Yo..- de pronto no puedo mirarlo. Y oigo como sus pasos se elevan- ¡Espera!- gritó y él se vuelve. Hay deserción en su mirada- necesito.
--Dime que es lo que está pasando o juro por lo más sagrado que ....
--Tengo miedo.
--¿Miedo?- se vuelve a acercar a mí, esta vez más despacio mientras que yo apenas me he movido. No puedo dejar de llorar.
--Yo...- cojo aire que de pronto necesito con urgencia y cierro los ojos- Está vida no es para un niño. Aquí no puede criarse una criatura que debe ser feliz. Yo....- Ross de nuevo esta a mi lado y veo que va a hablar pero lo detengo con la mano- Me hace tremenda-mente feliz poder llevar algo nuestro en mi vientre. Dios soy tan feliz, pero.... me mata saber el lugar donde será criado. ¿No lo entiendes? Somos asesinos. Todos- rompo de nuevo en llanto- y mi...nuestro hijo.... mierda- me levanto esta vez yo- no quiero convertirlo en un asesino. No a el. No quiero condenar a un ser inocente y de mi sangre a ser algo así. Es un maldito castigo.
--Santo Cielo, Shao- siento la voz de Ross a mi espalda y sus manos rodeándome por la cintura. Su boca se pega en mi vuelo y de nuevo habla- Mo permitiré que le suceda lo mismo. Jamás.
--Pero...
--Buscaremos una solución.
--No podemos salir de aquí y lo sabes.
--Moriré si es necesario para que esa criatura este a salvo- el corazón me da un vuelco cuando escucho sus palabras.
Yo también moriré si es necesario.
--Tengo tanto miedo- lo digo de nuevo.
--Disfrutemos de lo que nos ofrece la vida. Estamos juntos y haremos todo lo que sea necesario para protegerlo. Peor por favor- me vuelve hacia él y clava sus ojos en los míos- no hagas una tontería y no conviertas este regalo en algo malo. No con mi futuro hijo.
--Esque.
--Dame la oportunidad de cuidados a ambos. de ser un marido y un padre distinto al mío.
Entonces recuerdo cuando me contó que su padre lo abandonaba cada vez que podía. Que no lo quería no se preocupaba de el. Que creció sin madre y con un ladre casi inexistente y me duele el corazón.
Amo a Ross por encima de cada cosa que pueda existir en esta maldita vida.
Es mi mundo, mi sol.
Mi aire.
Y amo a ese gesto que está creciendo en mi interior aunque aún no lo haya visto.
Suspiro de nuevo.
Mi cuerpo tiembla y no sé si e de miedo o emisión. O quizás la mezcla de ambas cosas.
Los brazos de Ross me envuelves en un abrazo y como siempre, casi todo se me olvida.
--Dime que sí- me susurra- dime que me harás el hombre más feliz del mundo por segunda vez, dándome a ese hijo. Por favor- suplica.
--Soy una asesina - aseguró.

Agente Shao _Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora