Era sábado y quedé en que Guillermo no haga planes por el fin de semana que seguía ya que la urgencia por escapar un momento de la ciudad es algo que necesito y aunque él no lo diga sospecho que lo necesita mucho más que yo.
...
Los días eran lo mismo salvo a las ocasiones cuando papá se olvidaba de advertirme y las veces que Guillermo no sabía cómo pedir que estuviera con él. Al principio no sabía si realmente era que estaba de mal humor o quería que bajara un poco su calentura.
Es que era complicado adivinar hasta cuando noté que todo su enojo terminaba en sexo, todo era por no saber que lo quería.
Apoyaba como dije al principio que su pensar fuese por no saber cómo decir que necesitaba de mí ya que aunque se lo he dicho el ignora que también necesito desahogarme.
Reconozco que también lo he buscado para ello pero la forma de proceder para un común acuerdo son distintas, muy distintas.
Hoy por ejemplo apoyaba las manos en las paredes traseras de las gradas de un lugar público.
Comencé a creer que él lo que busca es que nos descubran.
Acepté que disfrutaba de ello pero no al grado de que podamos ser arrestados por falta de comunicación por experimentar su sexualidad.
Amaba hacerlo con tranquilidad en casa o en el sofá; saber que no nos ven o que simplemente él se entrega sin pensar en el tiempo ya que cuando lo hemos hecho en lugares públicos a él le urge que termine de prisa. No era sencillo ya que los nervios no ayudaban.
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Era el viernes.
Sabía que Guillermo solo tiene un proyecto que por cosas del destino él no los deja a última hora.
Tiré su maleta en la parte de atrás para salir con prisa.
Él sabía que nos fugaremos sin decir más que_ No se preocupen.
Al girar la llave en el carro se respiraba un miedo por lo que podría pasar.
Siendo un día hermoso y apenas las cuatro de la tarde coloqué los lentes de sol y desabroché los tres primeros botones de la camisa. Abrí la ventana notando como el viento alborotaba la tensión de su parte.
Él pondría una canción que no sabía que le gustaba en la lista de su reproductor.
Era Paradise de Coldplay.
Giré la cabeza para percatarme que él sonreía mientras le escribía a su hermana.
No sé lo que le habrá dicho hasta que se acercó para poner su mano en una de mis piernas para impulsarse y así poder alcanzar mis labios.
Era algo hum, no sé cómo describirlo.
Aquel beso acompañado era la respuesta ya que se sentía como un paraíso al estar en la carretera mientras el sol leve golpeaba nuestros rostros de manera sutil ante la melodía de aquella canción.
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EL camino era un poco alejado por lo que paramos en la carretera en una gasolinera en medio de aquel desierto.
Se logra ver la puesta de sol; era un momento muy romántico sin siquiera planearlo.
Veía a Guillermo ya encima de la tapa del motor del carro observando la puesta de sol; los últimos rayos que se dan en su rostro mientras el viento soplan con más intensidad.
Me sentaría al lado de Guillermo.
Sin saber cómo lo abrecé sintiendo que no quería si se lo hubiese preguntado pero al ser algo espontáneo no rechazaría una que el calor que le gusta que lo abrace.
Ya me ha dicho que no le gusta que lo toquen pero cuando empiezo a hacerlo se contradice ya que aunque no indique que pare se nota que se complica por afrontarlo.
Estuvimos hasta que no le lograba visualizar el instante de la luna delante de nosotros; aquel momento en la ciudad no lo podría tener.
Estaba literal recostado sobre la parte delantera del carro mientras dejaba que Guillermo me tocase; sus manos recorrían todo mi cuerpo y ello no me molestaba.
Nadie nos veía, nadie podría cuestionar lo que permito él haga.
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Seguíamos el camino en el carro hasta llegar a un sitio pequeño con las montañas delante de nosotros. Sin encender los móviles o esperar algo de la tecnología esperaba a que nos dieran una habitación para podernos bañar.
Guillermo dejaría que entrara primero recordando que ya hace dos días él ha dicho algo que sin más fue muy curioso.
-Podrías no tacarte... -Aunque sé que en aquel momento aquellas escasas palabras de su parte serían con mucha vergüenza no parecían o al menos forzaba su voluntad para sonar como cualquier palabra.
Que un hombre prometa algo así es pues complicado ya que en demasiadas ocasiones es algo normal. Claro que cuando tienes pareja puede que cambie pero no en un cien por cien.
-Está bien. -Respondía a su pedido notando como era curioso.
-Llámame cuando, solo llámeme. -Ello si fue imposible que ocultase su vergüenza.
Guillermo entraría a su clase sin parar de verme pues era claro que sonreí demasiado por lo curioso de su petición.
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No he sentido la necesidad de tocarme pues casi siempre ha sido él quien ha tenido la urgencia de tomarme por sorpresa en lugares públicos.
Y no es que las ganas de hacerlo no fuesen constantes pero él las lograba retener, esperaba poco ya que eran momentos extensos en que nuestros encuentros lograban prolongarse.
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Al salir de la biblioteca hace un par de días él metió su mano en mi pantalón mientras caminaba aún por los pasillos de la misma.
Claro es que la reacción era igual de veloz que su gesto sorpresivo.
Sin tiempo a reaccionar sentía la presión de su mano en mi miembro hasta meternos en un pasillo, agradecía que en la biblioteca no iba nadie.
Su prisa por succionarlo, fue el caos a los nervios de lo que él saciaba lentamente ya que no se apresuraría en terminar pronto.
Lograba pausar con dificultad lo que él estaba provocando.
Al terminar sin saber con qué limpiar y peor advertir a la encargada de lo ocurrido él apunto a la genial idea de desprenderme de la ropa interior. Lo hice quedando por instantes desnudo de la cintura para abajo; Guillermo limpiaría prometiendo algo que lograría una explosión a su locura.
-No te lo devolveré...
Que le ocurría o acaso tenía una fantasía constante por hacerlo en lugares como este.
Seguro era que cumpliría con lo que ha prometido, pues desde entonces no volvía a ver aquel Brief de color blanco.
Cada vez que quería preguntarle por aquella prenda sentía más que curiosidad.
...
Seguía con el teléfono apagado. Lo único que le he dicho a papá es que no se comunique conmigo ya que repararía el móvil y estará por fuera resolviendo unos asuntos.
...
Guillermo entró a la ducha, no pasó nada sexual salvo s su manera admirar en la que contempla mi cuerpo.
Ello era otra duda ya que sé que siente atracción física pero era eso acaso lo único?
Preguntarle sería algo que él ignoraría.
Aparte que recordada su: -Te amo...
Ello no quería que pasara pues no sé lo que siento y aunque sienta ello decirlo podría hacer que a él le afecte.
No estaba dispuesto a pagar el costo por algo como ello.
...
Salimos de la ducha para bajar a comer y caminar un momento.
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Puedes romperlo. /Wigetta
ParanormalEl amor te hará que esa persona cometa suicidio. Podrías con eso?