Capitulo 3; te dejo morir

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(Oigo voces que me han despertado de un sueño. Mis ojos están cansados, quieren cerrarse una vez más, creo que la costumbre se apoderó de ellos, pero miré un poco, todo se ve radiante, es hora)

Aquella tarde no reconocía mi rostro, aquel entorno del que tantas veces fui cómplice, aquella habitación  que tantas veces me abrazaba en la melancolía de una noche triste o una cálida mañana... comencé a sudar en frío, sujetándome rápidamente de lo primero que pude, y sin más cosas sin entender de las que ya había entendido respiré hondo y me miré nuevamente, y dije fría y ligera, como si pudiera escucharme, como si realmente algo hubiera dentro que pudiera entenderlo o analizarlo, lo dije y lo repetí varias veces "debo dejarte ir". Claramente no era algo que dictará mi manera de sentir o lo que muchos llaman "corazón" no, no era el corazón, era algo distinto, era algo tan grande, que parecía que se desbordaba de mis manos, de mis ojos, de mis dientes, era el dolor típico de perder, ¡y vaya! era típico perderte, pero ¿perderme? Perderme era típico tanto que ya no lo sabía,  o tenía conciencia de lo ausente que estaba en mi propia vida, en mi decisión de seguir o tirarme a la dulzura de sentirse enamorado y la cordura compleja de verte cerca o lejos se hacía evidente cada que la imaginación volaba y pedía a gritos que estuvieras, que estuvieras de la manera correcta, porqué estabas, pero era como ir acompañada de una sombra o alguna racha alguna energía o cosa rara que va de la mano sin tocarla, pero sigue y sigue y te acompaña en cada paso, cada mal momento y cada buen momento, en el blanco y negro de la cotidianidad de estar vivo y en lo extraordinario de querer vivir más, estaba tan perdida que no lo sabía y no lo supe hasta que fui encontrándome en cada hoja que discutía dentro las situaciones de mi vida, y debatía tranquilamente la manera de sentir, de ser o de caminar, de sonreír y hasta de vestir, cuando me sentaba y escuchaba melodías alegres que parecía que con tanta armonía me cantaba muy claro haciéndome sentir que podría haber un nuevo comienzo, un nuevo mañana, una nueva vida... pero como se sabe, las canciones acaban, y ahí venía de nuevo, de repente olvidaba que la música me hacía feliz, entonces ¿era yo o la música? ¿Eras tú o yo quien se salvaría? ¡Por supuesto que debía ser yo! Pero todo este tiempo seguías ganando, saliendo victorioso de aquellos problemas constantes, que más que problemas se volvieron parte de mi día a día, y yo no tenía remedio, no hallaba respuesta alguna y dar paso a un sí o un no, y no era "si o no", pues de tras de esas dos palabras compuestas por dos simples letras había un gran camino, y no era sencillo, y ¿como lo haría? Pues todo esto no lo pude pensar en aquel momento que me sujete de lo primero que vi, pero la problemática de aquí era que no podía reconocerme, que no reconocía mi entorno, el problema estaba en mi, estaba en ya no poder hacerte poesía, estaba en sentir más de lo que ya podía escribir, es ahí cuando supe que algo andaba prácticamente mal, pero seguía haciendo pregunta tras pregunta y eso me jodia ¡me llevaba la chingada! Y yo seguía aquí, escribiéndote intentando que las palabras me alcanzarán al final de un libro de amor.



Querido autor:

Más de una vez me he parado a pensar en ti, pero te contaré algo que cambió mi vida, está vez, pensé en mi. Sabiendo cuánto te amo, siempre he creído que he hecho lo bueno, que he amado lo suficiente y aunque sé que podría dar más, o debería, algo en mi siempre ha sostenido ese sentimiento como algo que se cuida tanto que no se deja salir. Pensé fríamente en ti y el grado iluso de mi corazón, nunca lo ha sido tanto para sentirme una princesa, pero sí para llegar hasta este día y seguir diciendo "te amo, juntos siempre" en fin, querido autor, tras muchas hojas y pensamientos te he matado en mis pensamientos más profundos para darle seguimiento a una vida nueva... ha sido complicado llegar a la última respuesta y a la última promesa, pues las he encontrado en lo más profundo de mis pensamientos y lo más hondo de mi sentir, pues tuve que renacer en una nueva solución para darle paso a La Paz que deberé de construir a partir de hoy.

Hoy me declaro loca, loca de amarte y de haberte querido solo para mí, de sentir dolor y miedo cuando conoces a alguien más, cuando creo que algo o alguien puede separarme de ti, me declaro enferma de pensar en que todo lo que mi mente aporta es basura, basura que quizá sea muy cierta o tan falsa que cae en lo absurdo, pero no deja de ser basura y hace daño. Comprendí que el amor a tus ojos, tu mirada y tu sonrisa no harían que nadie más los viera, que el amor a cada parte de ti no me los haría exclusivos y tarde o temprano alguien más vería el encanto que no creé yo, sino que es natural en ti y eso lo hace perfecto. Creo que me volvía loca cada vez que esto pasaba por mi mente, pero en este momento, de lo más dentro de mi ser tomo una fuerza ciega para dejarlo, para entenderlo y saber que esto me hace daño.

A pesar de que vives en cada parte de mi, aprendí que los humanos al evolucionar dejamos morir partes de nosotros para ser mejores cada día, y lo nuestro fue algo enorme y grande, que me hizo la persona que soy ahora, pero en un tiempo se llenó de veneno corrosivo que era necesario dejar morir, hoy, querido autor, dejaré morir la parte de ti que en mi vive, para ser libre de este círculo en el que yo me meto al amarte tanto, de amarte de esta manera que quizá está mal, pues aunque trato con serenidad de lidiar con cada cambio que hay en tu vida, no he podido controlar el dolor y el miedo a perderte, he llegado incluso a pensar que lo correcto es estar con alguien que no ames tanto para poder ser libre dentro de uno mismo. Quizá, este amor no es correcto y solo estoy loca. Querido autor, mi última promesa debate entre ser para ti o ser para mí, pues siempre vivirás en él recuerdo de lo que he sido, te convertiste tan parte de mi, que cada día sé que el infierno me espera a partir del termino de este libro, pues será el final.

Hay momentos en la vida de todas  las personas donde no podemos percibir que algo anda mal... y no lo vemos, y seguimos... y no tenemos control de lo que está pasando. ¿Qué pasaría si pudiésemos ser más atentos? ¿Te das cuenta que detrás de esas cosas que no vemos hay una verdad?

Hay cosas que no contamos, por ejemplo; cuantas veces reímos con la persona que amamos, y cuánto reímos con una persona que quizá solo queremos... a veces puede ser que riamos más con esa persona que queremos, pero no nos damos cuenta, no podemos llevar la cuenta, pero ahí está, las veces han pasado y es asi, pero NO NOS DAMOS CUENTA , a veces podemos sospecharlo, pero no sabemos  cuanta diferencia hay. Los números no existen, no somos consiente de ello, pero si lo fuéramos, sería duro verlo... quizá algo cambiaría, entonces ¿la realidad se construye?

Tal parece que esto es cierto, autor, yo sé que he vivido grandes momentos en muchos lugares, pero tú tienes algo especial, espera... ¿es amor? Pero, ¿por qué te hice daño si yo te amaba tanto?





Sabes, cuando se busca la felicidad se daña por falta de sentimientos, me refiero a esto porque buscamos llenar aquello que nos hace falta.

No podría alcanzar a disimular y plasmar en una hoja el gran dolor que causa que no seamos solo tú y yo en este fatídico final, me parece más absurdo darle crédito en nuestro amor a alguien que ahora está por encima de mi, pero comprendo que a veces se necesita doler un poco y caer en el ridículo para expresarle un poco al ser amado todo este frío dolor.

Es la causa de mi temporal muerte, de mi ida a ese paseo que ahora se asoma cuando te veo más lejos y empiezo a dejar de recordar una sonrisa. Pero no hay mucho de qué alarmarse, solo este párrafo se acerca a ella y no pienso decir mucho al respecto.

Puedo estar casi segura que no sabe que al llegar, yo seguía ahí.

Querido autor;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora