Capítulo 11; ¿ya casi llego?

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(A la semana le he quitado días, parecen que se han hecho más cortos si es algo lo que esperas, podría llamarle virtud o castigo, pues el tiempo corre rápido, lo siento a mi favor, ¡pero corre rápido!, es lo que he hecho todo este tiempo. Voy a vivir bien mi letargo)

Que bueno que aquella tarde no me detuviste, que bueno que no volví al siguiente día a tener una más de esas largas platicas que solo nos hacían darle vuelta a nuestro problema para solucionarlo por un día y seguir con esas cadenas por el resto hasta volver a pelear y hablar, que bueno que ya no gasté más palabras y no seguí analizando nuestros problemas intentando hallar una solución que 5 minutos después olvidaría. Que bueno que fuimos fuertes y nos dijimos adiós, que bueno que tu desesperación no dió para más y encontró la salida metiendóse en otro lío, ya que al fin de cuentas me dejó a mi en libertad, y tú, bueno tú.... que bueno que tu soledad y tus errores me pusieron tan TAN lejos que odiaba el imaginarme volviendo a ti, QUE BUENO que decidiste mal, al fin pude comenzar, pero nada de esto sirve si un día quieres regresar...

No vuelvas, si un día la vida te da mala cara y por alguna razón es mi compañía la que necesitas, no vuelvas, ni aunque estés seguro de ser distinto ni si haz aprendido a amarme. No vuelvas aunque la vida te llegué a decir que estás listo, no lo hagas, pues me haz perdido para siempre y eso lo sabias desde el día que tus ojos voltearon a verla con más gracia que a mí, no vuelvas si una mañana de octubre recuerdas aquella entrada a las tres en punto de la tarde a aquella iglesia, no vuelvas si un día te das cuenta de lo enamorada que ésta alma estaba, porque es fácil remplazar energía, una por otra cuando una falla, pero no olvides quién te ayudó incluso a conocerte y a saber qué  estabas en este mundo para ser más, no vuelvas, si un día todo falla y contemplas un recuerdo.

Aunque sé que me estoy mintiendo es necesario decirlo, con esperanza nula escribí esto, sé aproximado cuánto la vida te ha sonreído al encontrarle, sin embargo prometiste nunca olvidarme, y cuando falle, cuando se transforme estarás muy enamorado quizá para no darte cuenta, pero recuerda que todo por principio tiene el fin.

Si la vida me concibe tu regreso, recuerda que yo ya estaré muy lejos.

Empezar de nuevo no es tan malo, quizá en realidad no lo sea, el problema en realidad creo lo hace "malo" que tenga que ser complicado.

Hoy, no te he olvidado, e incluso todavía después de casi 70 días sigo despertando con tu recuerdo por primero, pero hoy, al igual que tú, he cerrado por completo la puerta de algún día volver, sé que esto suena sin coherencia cuando se sabe que alguien está acompañando tu vida, pero verás, lo he dicho anterior y lo seguiré diciendo aquí y allá, las personas tenemos patrones en común, tantos, que quizá en algún momento (no hoy, no mañana ni quizá en dos años) correspondas al patrón que muchos, y vuelvas... recuerdo que por mensaje la última vez que tuve la desdicha de despedirme dijiste;

–"si el plan de Dios es que estemos juntos, ahí estaré".

pues yo no creo al cien en Dios, y si Dios ha puesto por plan que estés conmigo, dile que no estoy de acuerdo con su plan de hacerme volver, no le veo lo necesario a qué dolieras tanto cuando solo pude amarte tanto, dile que no estoy de acuerdo en verdad, dile que no se vale darme todo y a la vez dejarme sin nada. Para mí tener esto claro ya es un gran paso.

Sabes que siempre hice mis cosas sola, siempre la vida me demandó crecer pronto, pero cuando te conocí aprendí a soñar, ha querer más, y según tú, aprendiste lo mismo de mi, la cuestión es que al irte yo seguí haciendo mis cosas, no todas, abandoné ciertas cosas y tomé otras, hoy día trato de acercarme al arte y poder expresarme, siento que tengo mucho que decir, hacer, crea en fin.
Te contaré algo que a nadie le digo (ya sabes, uno tiene que ser fuerte)  los nuevos sueños que construyó están ya muy lejos de ti, siempre cuando transformo o construyo algo tiene la pizca de tu esencia, cuando canto, escribo, actuo, cuando pienso que hacer con mi futuro está tu esencia por si algún día vuelves, sin embargo espero nunca encontrarte más, porque dueles.

Pasan tantos días, que parece que se me está haciendo tarde para llegar a algún lugar, tú recuerdo aquí, no sale, pasan días y días, mi yo sigue y sigue, se levanta cada día con algo nuevo por hacer, una nueva esperanza, pero tú recuerdo aplasta mi entrañas, la pena no sale, es un largo proceso del cual no puedo escapar fácilmente. ¿Mi consuelo? saber qué algún día termina, puedo con esto y más.

Llamémosle "destino" a las cuestiones que nos han separado, cada coincidencia en tu vida que te hizo llegar a un nuevo camino, cada una de ellas que nos fueron alejando, los golpes de suerte donde uno se daba cuenta que otro mentía, sin embargo si tú me dijeras que así es esto, que estaba escrito, no te creería, no lo haría y te reprocharía querer mentirme de este modo, porque la coincidencia más grande que me ha pasado fue haberte encontrado , tan distantes uno del otro, en rumbos que jamás debían de encontrarse, conocerte en el momento que más necesitaba a alguien, sentir tu apoyo cuando más sola me sentí, le llamaría coincidencia o "destino" el haber sentido por ti que estabas tan lejos más de lo que algún día sentí o sentiré por alguien, le llamaría a eso "destino" sin embargo ya no estás, y es que lo repito tanto, muchas veces digo y digo que te haz ido, como si realmente suplicara tu regreso. La cuestión es que te fuiste y a pesar de tanta coincidencia no era el "destino" entonces, si de poner nombre se tratara entonces le llamaría "castigo".
Como podrás ver, querido autor, la vida está llena de coincidencias que nosotros construimos, que sin buscar encontramos, pero cada vez caminamos más a ellas. Llegar a un lugar nuevo donde hay muchas personas da casi por lógica que conocerás a alguien especial, pero tú eres quien va a construir eso en esa persona,  a veces justificamos cada cosa aún sabiendo que no es así. Recuerdo que en lo último que me dijiste detecté cierta justificación de tu forma de manejar las cosas. Quiero decirte que no hacía falta hacer eso, todo en la vida pasa y tu vida y tus decisiones no debían de ir ligadas con la mía, pues son cuestiones que tú irás construyendo para tu futuro y el estar conmigo era donde ya no veías más camino. Te dejé ir y no pensaba perseguirte más.

Debo de recalcar que hace mucho tiempo yo dejé de deberte algo del pasado, debo recalcar que nunca me sentí así, pues por mucho tiempo cargué con el peso de aquello de hace dos años, en verdad, ya no te debía nada.

En cuanto a mi, tu recuerdo vivirá siempre.

Querido autor;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora