Desamada

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Las confesiones
que se hacen a escondidas
cuando eres consciente
de que nadie mira
hacen más daño e iluminan
el alma y el corazón
cuando de noche se marchita.

Sacrificios que al amar silencian
los reproches que más tarde
harán recordar que
en el mundo estabas sola
y que al amar y confesar
y sin pensar
acabas muriendo
por partes.

Ahora yaces aquí sola
tumbada en una cama
que aunque templada
no tiene quien te dé calor.

Ternura, dulzura y venganza
en una combinación asesina
que se llamaban sus labios
de fresa y con sabor de amor.

Vida de pena me condena
por haber luchado por cariño
con uñas y dientes; con besos.
Con alma.

Un par de malos versos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora