Prólogo.

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Los intensos gemidos de la sala de estudio se volvían más fuertes, el aroma de vil sexo se adhería a las paredes, cuerpos agitados y voces entrecortadas era lo único que se podía encontrar en dicho instituto, al finalizar las clases.

El más alto era quien llevaba el control de la situación.
Acomodando al mas bajo sobre el escritorio en una posición favorable para el, donde tenia la facilidad de abrir las nalgas del pelinegro, dejando una perfecta vista a la entrada del mencionado.

Por otra parte estaba el castaño, parado frente al rostro del chico pelinegro, tomando de su propia erección y dando leves golpes a los labios ajenos, dándole a entender que abriera de su boca para dejar que su pequeña lengua haga darle gloriosos momentos de placer.

El pelinegro solamente estaba en obligación de obedecer y fingir placer.

Por los pasillos del colegio estaba un chico desesperado por hallar su libreta de matemáticas.
Al día siguiente tendría una prueba, y todos sus apuntes de la clase se encontraban ahí.

Apunto de llegar al salón donde la había dejado, pudo escuchar la voz de alguien.
Al parecer la voz provenía en el interior del salón, por un momento el castaño sintió miedo, pero ya luego su miedo desapareció al reconocer la voz, o mejor dicho las voces.

Ligeramente abriendo de la puerta, y asomándose en la abertura, presencio algo que jamas pensó que vería, ya que eso solo pasaba en los vídeos porno.

El director follando a un chico, mientras éste le hacia una mamada a su profesor de ciencias, en resumen.

Un trio sexual.

"Vamos Levi, ¿Acaso no te gusta? Quiero oírte gritar"

Levi... Ese nombre se le hacia familiar a Eren por alguna razón.

Su cabello era negro, su cuerpo delgado y de piel blanca, no podría ver su rostro en un ángulo bueno, pero si podía escuchar los jadeos que el soltaba y eso bastaba para poner a Eren con una erección debajo su pantalón.

"Levi... Creo que ya se quien eres"

Susurró Eren, cerrando la puerta del salón con cuidado de no hacer ruido y alejándose del salón.

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