Capítulo 4

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Arena:

Cuando llegué a casa, después de un largo día de Instituto y de una interminable hora de academia de inglés, me tiré en la cama y recordé que tenía que hacer cuatro ejercicios de mates.

Cogí el libro, el cuaderno y me puse a ello. Odiaba matemáticas, aunque no se me daba del todo mal, ¿Para que me servira averiguar el valor de la hipotenusa? ¡No lo entiendo!

Cuando por fin terminé los ejercicios, me tiré a la cama (está vez sin la necesidad de tener que levantarme para nada). ¿A quien quiero engañar? La estúpida de Leyre me llamó por videollamada, a la que yo colgué inmediatamente porque quería dormir. Pero, como siempre, está niña es muy insistente y tuve que atender la llamada.

- ¿¡Qué!? - contesté bruscamente, levantando la cabeza de la almohada.

- ¡Wow! ¿Qué pasa, fiera? - se burló ella.

- Pues que eres una inoportuna, eso es lo que pasa - le dije.

- Ah, vale - contestó tranquila.

- Bueno, ¿qué quieres? - insistí.

- He descubierto algo... - anunció dejándome con la intriga.

- ¿El que? - volví a insistir.

- Te confirmo que ese recinto si que es de la policía, aunque ellos lo niegen - dijo.

- Y si lo niegan, ¿cómo sabes que en realidad es su propiedad? - deduje confundida.

- Se llama piratear documentos - me dijo como si fuera una obviedad.

Leyre era buena con el ordenador, pero no sabía que tanto.
Entonces, me puse a pensar: la policía no sería tan tonta como para guardar esos documentos en su web para que los pirateara cualquiera, ¿como lo había conseguido Leyre? Se lo pregunté.

- Los tienen subidos en la web porque así se ve que territorio les pertenece, porque ya sabes que están al lado del instituto y los edificios son iguales entonces puede resultar lioso -. Me explicó - Pero hay una parte de ese documento que está editada para que no se vea que también les pertenece el recinto de la cabañas. Y yo he conseguido piratear la parte editada y hacerla visible, pero solo lo podemos verlo nosotras.
Woah! Que acaba de pasar?! Eso es raro. Muuuy raro.  Demasiado.

-¡Eres genial Leyre!

-¡Picaste! 

-¡¿Qué?!

-Mi tío es policía y como bien sabes puedo sacar a cualquiera de sus casillas. Creo que lo han oido en Vallecas.

Eso tenía más sentido.

- Te odio - le dije.

- Sabes que me amas - me espetó. - continuo hablando Bueno más o menos eso no es verdad. El otro día me metí en el recinto de la policía, no preguntes, y le pregunté dobre las casetas, respondió dudoso que no. Luego le pregunté a mi tío si o no y me contestó que eso era información privada pero le convencí de que me lo contara y me dijo que sí y por si acaso hackeé el ordenador y lo comprobé así que si es suyo.

- Lioso pero ok. Cuéntaselo a Ruth que yo ahora voy a dormir - y colgué sin darle tiempo a quejarse. Apagué el móvil porque estaba petandome. Y me dormí.

La Cabaña De Al Lado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora