El recorrido duraba 1 hora, sería bastante incomodo estar encerrada en una “burbuja” con Harry durante 60 minutos, no sabía con qué cara mirarlo. Nos tocó la cabina número 6, casualmente mi número favorito ya que era el día en el que cumplía años, subimos, cerraron la puerta y el London Eye comenzó a girar. El ambiente estaba tenso, ninguno hablaba, yo estaba parada mirando hacia afuera apoyada sobre una de las barandas que había alrededor de toda la cabina, no sabía dónde estaba posicionado Harry y tampoco quería saberlo. Sentía su presencia perturbadoramente cerca, casi podía escuchar su respiración, mi corazón se aceleraba rápidamente hasta que sentí una mano posándose suavemente sobre mi cintura. Harry acerco su boca a mi oído y en un susurro dijo:
- Puedo sentir tu miedo, tu respiración te delata, tus nervios están demasiado alterados, tu secreto está a salvo conmigo – el calor de su aliento hizo que los bellos de mis brazos se erizaran. Gire lentamente quedando frente a Harry, nuestros cuerpos casi podían tocarse, mi mirada se centraba en sus ojos verdes que transmitían paz
-Gracias – fue lo único que pude decir, el corazón estaba por salirse de mi cuerpo, y mis terminaciones nerviosas parecían estar a flor de piel
- Eres realmente hermosa ______, no dejes que nadie ni nada te hagan pensar lo contrario, no dejes que tus ojos te engañen – continuo susurrando Harry cada vez más cerca de mi boca. Me quede mirándolo fijamente a los ojos, sin poder emitir ni una palabra, sintiendo como mi respiración era más y más acelerada. Harry puso una mano en mi espalda, y con el otro tomo suavemente el contorno izquierdo de mi rostro entrelazando sus dedos en mi cabello, acerco su boca a la mía y me beso dulce y cálidamente. Una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo mientras lo besaba, la conexión me hacía sentir como nunca antes lo había hecho. Coloque mis manos en la espalda de Hazza y continuamos besándonos por un largo tiempo hasta que sentimos que ya era suficiente. Me volteé mirando hacia afuera y Harry rodeo mi cintura con sus brazos estrechándome más a su cuerpo, Cuando pudimos darnos cuenta estábamos en el punto más alto de la vuelta, de aquí podía verse absolutamente todo Londres, esto era realmente fantástico.
