CAPITULO 3
Al llegar a la esquina me despedí de Chris y me dirigí a mi casa a toda prisa, al llegar me encontré nuevamente sola como era costumbre. Mis padres estaban separados desde que yo era muy pequeña, y mi madre se había vuelto a casar con un hombre bastante bueno, pero ambos trabajaban todo el día razón por la cual vivía prácticamente sola.
Fui corriendo al baño y me subí a la báscula, marcaba 55 kilos, medio kilo menos que el día anterior, así que como recompensa a mí misma me comí una manzana, y más que nada para engañar un poco mi estómago y que deje de gruñir. Termine de comer y me recosté a mirar un poco de televisión y dormir una siesta para luego irme al gimnasio como todos los días de la semana. No había un día en el que faltara, realmente me gustaba hacer gimnasia y me lo pasaba bastante bien allí, sin contar que necesitaba urgentemente bajar de peso, estaba realmente gorda. Lo mejor era que podía estar más tiempo fuera de mi casa con una excusa valida. La relación con mi madre no era la mejor, discutíamos mucho, y sinceramente yo creo que no le importa mucho lo que me pase, así que mientras menos nos veamos mejor sería para ambas.
Distraída en mis pensamientos y sin darme cuenta cuando, caí en un profundo sueño del cual solo pudo despertarme el sonido de un mensaje entrando en mi móvil. Tome el teléfono aun dormida y abrí el mensaje, era de mi amigo Louis. Vivíamos bastante lejos pero aun así era mi mejor amigo, confiaba plenamente en él , es un chico casi de otro planeta, me escuchaba, me aconsejaba, se preocupaba por mí, y como si eso fuera poco era un muchacho realmente apuesto, muchas de mis amigas ya le habían echado el ojo, pero prefería que mis amistades no se relacionen amorosamente por un bien de todos.
“Hola amiga, como va tu día?” – era lo que se leía en el mensaje. Automáticamente una sonrisa se dibujó en mi rostro, adoraba sus detalles para conmigo
“que tal bebe? Por ahora es un día completamente normal! Que tal el tuyo?” – Respondí. No tardó en llegar un nuevo mensaje que decía lo siguiente:
“Uf, ni te lo imaginas, cuando puedas llámame y te cuento todo con lujo de detalles, es bastante largo” – Amaba cuando tenía cosas que contarme, me entretenían demasiado sus historias y más cuando debía ir a ejercitarme. Así que tome rápidamente mis cosas, me vestí, ate mi cabello en una cola alta y Salí rápidamente camino al gimnasio. En menos de 5 minutos ya estaba ahí, subiéndome a la cinta caminadora y sacando mi móvil para llamar a Lou
-Hoooooooooola bombón – contesto mi amigo del otro lado
-Aló, allí mi amigo? – respondí entre risas
-El mismo que usted busca señorita – respondió Lou
-Ya déjate de rodeos y cuéntame que no doy más de la ansiedad! – bromeé un poco.
-Muy bien, recuerdas a Ele, la chica que te mencione? – comenzó a relatar. La conversación duro aproximadamente 1 hora, lo que me conto básicamente es que se había puesto de novio. Sentía un poco de celos, no puedo negarlo, pero a la vez me alegraba de que me amigo estuviera feliz y en buenas manos, aunque sabía que esa relación no duraría mucho.
Terminé de hacer mi rutina, la cual me llevo 3 horas, termine exhausta, pero feliz por haber eliminado tantas calorías de mi organismo y además de eso, la charla con Lou me había hecho bien.