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N/A: Este es el primer fanfic que escribo seriamente desde hace más de un año. Espero sinceramente que sea de su agrado. Estoy muuuy emocionada por saber lo que piensan de el, puesto que de ser sincera tendría que decir que me siento bastante conforme con el. No tengo muy claro cual es la idea de este, pero me agrada el tono que esta tomando. Uuuugh me encanta este ship. BUENO YA ME CALLO, DISFRUTEN.


Luego de tanto tiempo, más de 2 años habían pasado desde que fingió su muerte. Desde la ultima vez que había visto a Holmes. Era extraño, de un momento a otro en el techo del hospital se dio cuenta de que lo que sentía en el estomago, ese nudo, nunca fue asco o repulsión. Si no una atracción, una especie de cuerda atada a su estomago que lo tiraba hacia el detective, un arpón que en vez de dolor le causaba la intriga más grande que haya sentido en toda su vida. La adrenalina corría por sus venas a gigantescas cantidades cuando se encontraba cerca del consultante. Y ahora eso era exactamente lo que sentía, miedo y emoción perfectamente combinados, aumentando a cada paso que daba hacia el departamento 221B. Nada era seguro, ¿Qué tal si este no se encontraba? ¿Qué haría si encontraba a John en su lugar? Seguramente no lo soportaría, ese idiota no haría más que escándalos, no podía dejar su boca cerrada, imbécil... Pero, ¿Qué tal si Sherlock era el que se encontraba allí, tocando su violín? ¿Se quedaría paralizado? ¿La presión en su corazón seria tanta para ni siquiera moverse, o decir algo ingenioso? Podía imaginarse la imagen de su cuerpo, perfectamente vestido en su terno azul marino, y sus ojos cristalizados de emoción admirando la maravilla de ser en frente de él. Boquiabierto, expectante, sin poder sacar palabra. Mientras su detective tocaba concentrado, con sus desordenadamente ordenados rizos, su piel de porcelana y esos ojos de mundo. Este no pudo resistir una sonrisa al pensar en lo anterior, lo que por alguna estúpida razón lo hizo olvidarse de cómo hacer la simple acción de caminar, tropezando consigo mismo, ligeramente. En ese segundo, su hombro impacta fuerte en contra de otro, James serio levanta la mirada, para encontrarse con la persona de la que su mente ya no encontraba hueco con el que llenar de imágenes y pensamientos de este, Sherlock Holmes en persona.

Sus ojos no podían disimular la emoción y sorpresa. Sherlock en cambio, no parecía haberse percatado de quien tenía en frente. James inconforme con la reacción de su enemigo, restriega su hombro con el del detective, sonriendo pícaramente. El más alto decide mirar a la persona en frente de sí, para que su corazón se detuviera por unos segundos, Jim Moriarty. Jim Moriarty, el hombre que hace ya aproximadamente 4 años se había volado los sesos, ¿Cómo era esto posible? ¿Era él realmente? Su cabeza se volvió en blanco al sentir un suave beso en su mejilla izquierda, al re conectar con la realidad de la ciudad y de lo que pasaba a su alrededor mira en una mezcla de terror, impacto y esperanza a los ojos color chocolate del criminal. Cuando reparó en estos, lo primero que pudo reconocer fue que las pupilas de estos estaban tan dilatas que parecían encontrarse en la mismísima oscuridad de una Antártida sin Luna. ¿Podría ser? No... el hombre en frente de él era un psicópata, pero la pregunta luego sería: ¿Puede un psicópata amar? Bueno, quizá este no sentía amor por el, pero quizá si un gran deseo hacia su persona. Sherlock decide tomar la muñeca del hombre más bajo y tomar su pulso. Tal como lo hizo con Irene. Pobre mujer, creyó que tenía las competencias para encantar su corazón, o de crear uno. Pulso por las nubes, demasiados factores. Todos encajan, esto ya no parece solo un mal sueño.

James si se percató de lo que intentaba el detective. Pero, en este momento ya no le importaba sinceramente, por lo que en el momento en que los labios del consultante se abrieron con la efímera intención de hablar, el psicópata se aprovecho y lo beso apasionadamente en los labios. Sus pies en punta para estar en una estatura apropiada y suficiente para que el beso no se viera ridículo. Su corazón comenzó a latir en un impaciente ritmo, mientras esperaba una respuesta de parte de su contraparte. El segundo siguiente se haría eterno hasta que el alto torpemente intento mover la mandíbula al mismo tiempo que la lengua. Un desastre. Desilusionante. Pero suficiente para la quebrantada mente de James. Sinceramente el criminal no estaba seguro de que sentía en ese momento, solo sabía que le encantaba y que si esto seguía así se volvería adicto. Sherlock de su parte sentía un nudo en su garganta, era tan vergonzoso ¿En qué se había metido? Moriarty lo estaba besando, en los labios y lo peor era de que el lo dejaba y se estaba conectando cada vez más con su contraparte. Quebró el beso, e hizo espacio entre los dos. Todo había pasado tan rápido, hace menos de 7 minutos no sabia que Jim seguía vivo o de que este tenía un interés romántico en su persona. Hace 6 minutos jamás había pensado en el maravilloso color de ojos que tenía el más bajo, y de lo perfecto que se veía su cabello cuando se descontrolaba a los lados ¡No! no se podía distraer del tema, esto era serio. No era la hora de permitir pensamientos/deseos banales. Tenía que apresurarse, volver a su departamento y contarle lo sucedido John, pero como le explicaría que se besó con el criminal y... de que en cierta parte lo disfrutó. Ugh era tan complicado, además ¿Cómo se desasía del hombre? o sea, no es como que te encuentres con tu enemigo que suponía estar muerto, besarlo y luego dejarlo plantado en la calle. ¿Por qué nadie le había explicado que hacer en un caso como este? ¿Por qué nunca lo había tomado como opción? Si él podia fingir su muerte, ¿Por qué alguien tan brillante como Jim no podría? La simple idea de pensarlo lo hacía regocijarse de placer. Cosas interesantes se acercaban, muy interesantes.

Un pequeño error de cálculo- SheriartyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora