Capítulo 2 (parte 2)

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 La mano del detective se había tornado roja a medida de que los segundos pasaban. Sherlock podría haber jurado tener un viejo reloj dentro de su cabeza. Cada segundo, cada vez que la delgada manecilla se movía, ondas retumbaban, haciendo cada pared de su mente estremecer. Cerró sus ojos, su cabeza dolía y su mandíbula yacía tensa y apretada. Todo su cuerpo se encontraba recogido, cada músculo rígido.

 Abrió sus ojos, Jim lo miraba expectante, como si esperara una respuesta. Algo. Dios, Sherlock realmente no podía con esto. Le dio la espalda al criminal. Podía sentir como dos puntos le quemaban la espalda.

<<Piensa, piensa, piensa.>>

Solo una frase, solo una pregunta, solo eso. <<¡¿Es acaso tan difícil?!>> Sí... sí que lo era. Era tan difícil.

Finalmente escupió- ¿Por qué aquí? ¿Por qué a mi?- su voz se escuchó firme, pero ligeramente dolida.

La segunda pregunta impactó fuerte en el pecho de Jim. ¿Cómo explicar algo que ni siquiera él entendía?

-Es complicado- sacó finalmente, y aunque no se notó por fuera, algo confundido.

-¿Complicado?- Sherlock siseo molesto y lleno de incredulidad.

-Sí, tan complicado como lo que sientes ahora. Tan complicado como el odio que por alguna razón siento en mi estomago. Tan complicado como el hecho de que seas tú.

Sherlock se detuvo, debía pensar bien sus palabras. ¿Qué diría ahora? ¿Cual debía de ser su postura? ¿Debería escucharlo? Su cerebro le repetía una y otra vez la razones de por qué es una mejor idea dejar todo tal como está y retirarse de una maldita vez. Pero su corazón añoraba acercarse, y le prometía locuras irracionales que lo hacían temblar. Su estomago en cambio... su estomago solo quería vomitar para ser sinceros.

-Sherlock- James rompió el silencio y el tenso contacto visual que llevaban. El criminal se sentía increíblemente emocionado, su corazón latía tan fuerte... Y aún así, se sentía con tanta confianza.- Es complicado, pero tú eres el que mejor entiende lo complejo. Tengo miedo de dar por hecho lo que mi cabeza grita, pero solo diré que-

-Para- le interrumpió el detective.

-Espera, ¿Qué?- James se encontraba desconcertado en verdad. ¿Cómo se atreve a detenerlo de esa forma? ¿Quién se cree que es? <<Sherlock Holmes, el malcriado detective que robó tu corazón>>

-Suficiente. Hay una gran posibilidad de que no seas real. Necesito tiempo.

-¿Tiempo?- Moriarty rió incrédulo, sus ojos muertos.- ¿Y qué si soy parte de tu imaginación? Además de no ser así ¿no sería mejor dejarme terminar al menos? ¿Al menos para saber que es lo que quieres y piensas de mi?

-Solo dame tiempo. Todo ha sido tan rápido, yo...-tomó aire- Parece un sueño.

-Tú eres el sueño Sherlock. Una pesadilla para ser exactos.

El detective cerró sus ojos. Y cuando los abrió el criminal había desaparecido entre la multitud.

<<¿Y ahora qué?>> El detective se vio atrapado por una envolvente ansiedad, haciéndolo tropezar y tambalear. Finalmente cayó fuertemente en la pared más cercana. Esta estaba fría y podía sentir cada ladrillo raspándole la espalda.

Derrota. Eso era lo único en su cabeza. Las sílabas retumbaban como un panal de abejas sin reina. Su mente daba vueltas, sentía su craneo comprimirse al intentar controlar todo el tumulto de emociones. Su pecho se apretaba igual que su garganta. Su cuerpo tiritaba de impotencia. Cuando de pronto, lo imposible. Una lágrima, una sola y fría lágrima recorriendo su mejilla. Lenta y pasiva, mientras su respiración se apaciguaba. Pequeños sollozos se escapaban de sus labios. Sollozos los cuales avistaron la llegada de la segunda lágrima, llena de dolor y... un poco de rabia.

Una vacilante inspiración. Un recuerdo. Una sonrisa. Que pasó desapercibida como una brisa primaveral, pero no confundir, que por delicada que fuera, no quita peso ni importancia. Como un rayo de luz en un día de lluvia, que nos recuerda la esperanza, el verdadero regalo dentro de la caja de Pandora.

Los minutos pasaron, ya eran las 10 de la mañana, la densidad de la multitud en las calles ya había descendido a su punto mínimo.

El detective dió  un último suspiro, se levantó, arregló su abrigo y se dirigió nuevamente a su apartamento. Y por primera vez se sintió aliviado de que John, no lo estuviera esperando.

/Proximo capítulo: Un nuevo comienzo/

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AWWWW ESTOY TAN EMOCIONADA POR LO QUE VIENE PROXIMAMENTE, lamento la espera, pero está aquí! Finalmente!
Bueno... espero que les haya gustado y abrazos para todos ustedes mis pequeños cibernautas!

Un pequeño error de cálculo- SheriartyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora