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Capítulo tres {Reencuentro}
Relato Namhope

¡Por fin volvería!

Estaba muy emocionado por la llegada de su novio, ya no quería esperar más, apenas y si podía estarse quieto, daba vueltas por todo el departamento que ambos compartían antes, saltaba en los sofás y corría a las habitaciones para revolcarse en las camas, porque, demonios, estaba demasiado emocionado.

No veía a su novio hace 84 años, o sea, no tanto, en realidad, sólo habían pasado dos meses, pero él veía muchos memes y le encantaba ese del titanic en donde salía Rose de viejita y decía "Han pasado 84 años", él quería decirle eso a su novio cuando se abrazasen, sería gracioso y ambos se reirían, y ambos serían felices, se besarían y se pondrían al día.

¡Que emoción! ¡Por fin iba a verlo en vivo y en directo!

Poder tocar su rostro, darle besitos y pegarsele como chicle cada día y todo el día, era algo que le encantaba, así que, no estaba para nada conforme con tener que verlo a través de la pantalla del computador o del celular.

Gruñó mientras pensaba en ello y retiraba la carne del horno, porque sí, el, la mayoría de las veces, manos torpes de Jung Hoseok, había cocinado la cena para esa noche. Y para que Hoseok metiese sus manos en la cocina, debía, realmente debía, amar mucho a Namjoon.

Comenzaba apenas a repartir los platos y cubiertos en la mesa cuando sus afinados oídos oyeron el sonido de las llaves en el cerrojo de la puerta.

-¡Oh! ¡Oooooh! -soltó los palillos, se pasó las manos por la ropa y corrió hacia la puerta, tropezando con un zapato que hace unos minutos había dejado ahí, y cayendo al piso, entonces la puerta se abrió y Namjoon asomó su cabeza, observando al menor tirado en el suelo.

-¿Qué haces ahí? Creí que a quien ibas a abrazar sería a mí, no al piso -alzó una ceja y rió con burla, Hoseok se sintió sonrojar y se levantó rápidamente.

-¡Joonie! No seas malo... -puchereó y se acercó al mayor, lanzándose sobre él, rodeándolo con sus piernas y brazos, obligando a Namjoon a tirar el bolso y sostenerlo con sus brazos.

-También te extrañé mucho, bebé -susurró y besó su mejilla.

Se observaron en silencio, sonriendo tiernamente, sus narices se acariciaron en un beso esquimal y luego, un beso de labios, con lenguas bailando el vals, un reencuentro dulce, con caricias en la cintura.

42 Minutos con BTS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora