42 Minutos con BTS

21

Capítulo veintiuno {Plantado}
Relato Jikook

Retorció sus dedos.

Mordió su labio inferior.

No sabía en qué momento el restaurante se había atosigado tanto de gente.

Resultaba angustiante la espera, pero sabia que él llegaría, tenía que llegar.

¿O no?

Quiso llorar. Sinceramente tenía muchas ganas de llorar, ¿Quién se creía para abandonarlo así?

-Espere, por favor. Él va a llegar, enserio -suplicó, sostuvo el menú entre sus manos temblorosas y lo abrió en una página cualquiera-, ordenaré ahora, sólo... No me quite la mesa ¿Sí? -la señora robusta con delantal asintió sintiendo lástima por él, y recibió la orden.

Con dos tazones de arroz y una porción grande de carne de cerdo, acomodó los cubiertos a ambos lados de la mesa, él debía haber llegado hace más o menos una hora y media, pero esperaría un poco más.

(...)

-Hyung... Usted es muy cruel -le dijo secando con fuerza una lágrima de su mejilla.

-¿Qué quieres decir? -alzó una ceja observándolo desde su asiento, el menor retorcía sus dedos, era una mala costumbre que le probocaban los nervios y a Jimin le fastidiaba demasiado que lo hiciese, pero no lo regañaba.

-Hyung... ¿Por qué me humilló de esa manera? Sólo iba a robarle unos minutos, íbamos a conversar y disfrutar una buena comida... ¿Por qué... Por qué no fue, Hyung? -otra lágrima más, ya se estaba hartando de llorar por ese Hyung tan malo, no lo merecía, él siempre buscaba la atención de Jimin, ¿por qué nunca la conseguía?

-Ah... Ugh... -cerró los ojos y estrujó el puente de su nariz con el índice y el pulgar, Dios, lo había olvidado por completo. Tanto trabajo lo tenía agobiado, ni siquiera lograba prestarle atención a ese mocoso que estaba a punto de largarse a llorar frente a él.

Ha Jimin le gustaba mucho Jungkook, y a pesar de su indiferencia, realmente quería tener una cita con él. Lástima que tuviese tan mala memoria...

-Hyung, voy a dejar de molestarlo ahora, no volveré más... Yo... Lamento mucho ser tan tonto -sorbió su nariz y giró sobre sus talones comenzando a caminar hacia la puerta, pero fue interrumpido por los brazos del mayor rodeando su cuerpo.

-Perdoname, Jungkook -susurró y besó su cuello-, yo realmente no quise humillarte, perdoname

-Hyung... -sollozó con fuerzas y se giró para abrazarse con ganas al cuerpo grande y fuerte de su Hyung.- Me sentí muy mal, las personas me miraban feo... -hipaba- Tuve que comerme dos tazones de arroz y... Y mucha carne de cerdo... -limpió sus lágrimas y mocos en el saco que Jimin llevaba puesto- Fue horrible, Hyung -sollozó, Jimin ahogó una risa y le besó la cabeza al menor que sostenía entre sus brazos. Jungkook realmente era muy tonto, pero así le gustaba, además, todo era su culpa, era un pésimo novio.

-Lo siento, Kookie... Saldremos hoy, y comeremos puras verduras entre los dos, así no te sientes gordo -sonrió cuando Jungkook se separó y lo miró con el ceño fruncido y un puchero.

-¿Le parece gracioso, Hyung? ¡Me dejó plantado y se burla de mí! -empujó con todas sus fuerzas a Jimin y se cruzó de brazos.

-¡Oh, Kookie! No seas así conmigo, sé que no me perdonarás fácilmente, pero quería hacerte reír, vamos Kookie... Ríe para mí... No llores más, lo siento mucho -volvió a abrazar el pequeño cuerpo de su mocoso y escuchó esa risa de foca retrasada que tanto le gustaba.

-Hyung, lo odio... Por gustarme tanto -susurró secando sus lágrimas, Jimin se apartó y cogió el mentón de Jungkook con suavidad entre sus dedos, se acercó y le besó los labios.