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...
Sus delicados labios tenían una dulce combinación entre sangre y menta, no miento cuando digo que en realidad él beso duró como 5 minutos.
Se separó lentamente de mi y me miró a los ojos, como si tratara de adivinar lo que pensaba.

-¿Jos?-

-¿Si?-

-¿Porqué lo hiciste? ¿Porqué me besaste?- pregunté.

-Porque tenía ganas de hacerlo, me traes loco _____-

-Es un error- dije y me levanté del Sofá -Lo primero que no quería era que confundieras las cosas y que pensaras que tienes una oportunidad conmigo-

-¿Y no la tengo?- fruncio él ceño

-N.... No lo sé-

-No ____- dilo

-No puedo decidir eso ahora, Esto...todo esto es muy raro, de un momento a otro me entero de que estas vivo, dejo a mi hermano preocupado y a Ethan lo abandono- dije

-Lo único que quiero es una oportunidad y cuando me la des, juro que haré hasta lo imposible para que te puedas enamorar de mi-

-Quiero tiempo ¿Está mal eso?- pregunté.

-No-

-Bien- dije y le di la espalda, miré por la ventana tratando de tranquilizarme.

Sonó él timbre del departamento y supuse que era la comida, escuché que Jos abrió la puerta y habló con él repartidor.

-¿Podrías ayudarme?- dijo Jos dirigiéndose a mi.

Me di la vuelta y vi que no podía cargar solo la comida, eran bastantes cosas, sostuve una bolsa y él chico repartidor se me quedó viendo.

-Disculpa pero... ¿Eres la chica de la pizzería?- preguntó, lo miré a los ojos y lo reconocí.

-Ah si, soy yo- Sonreí

-Así que eres repartidor de comida- dije

-Así es- asintió -Veo que vives aquí-

-No, él...en realidad es departamento de él, es amigo mío- dije señalando a Jos, quien estaba a lado mio como estatua, sin ningún gesto.

-Ah ya veo, pues deberíamos salir algún día- dijo y Jos se dio la vuelta y se metió al departamento.

-Claro- dije

Él chico me prestó una pluma y le pase mi numero, entré con Jos y cerré la puerta.

-¿Que ordenaste?- pregunté

-Comida- dijo seco, mientras ponía la comida en la mesa

-Ah, ya veo- lo miré y no pude evitar soltar una risita

-¿Vas a sentarte o no?- pregunto acomodándose en la mesa.

-Ah, claro- me senté frente a él y comenzamos a comer, nadie dijo ni una sola palabra.

Terminó de comer y se levantó, dejándome sola en la mesa.

-Ah si provecho Jos, espero que hayas disfrutado la comida- dije

-La disfruté, gracias..estaré en mi habitación por si necesitas algo- se dispuso a irse, pero me levanté rápidamente de la mesa y me puse frente a él.

-¿Porqué ese humor?- pregunté

-¿Humor?-

-Si, ese enojo tuyo-

-No estoy enojado-

-¿Estás celoso?-

-No, tampoco-

-¿Entonces?-

-¿Podrías siquiera un momento, dejar de hacer tantas preguntas?- Soltó

-Creí que ya sabias que así soy yo- dije

-Lo sé, pero eres tan...tan, insoportable y confusa, eres indecisa- me quedé callada ante lo que dijo y una lágrima rodó por mi mejilla.

Me di la vuelta y miré mi maleta, pensaba en irme por esa puerta dejando cualquier tipo de oportunidad con Jos, pero sería demasiado infantil, además de que eran casi las 10 de la noche y yo no conocía bien Madrid como para irme como si nada, dejé mi orgullo de un lado y solo guardé silencio, no contesté nada, no reclamé, no hice absolutamente nada y Jos habló...

-Lo...lo siento- dijo lentamente

-¿Dónde puedo dormir?- pregunté sin hacer caso a su disculpa, me di la vuelta y lo miré, me limpie las pocas lágrimas por debajo de los ojos.

-Puedes dormir en mi cama, yo dormire en el sofá- dijo y se alzó de hombros.

-Descuida, yo duermo en el sofá, quiero causar la menor molestia posible- dije.

-No es ninguna...- comenzó a decir.

-Buenas noches, Jos- dije y me senté en el sofa, comence a quitarme los zapatos y me hice un chongo.

Jos seguía mirando y después se fue, al cabo de unos minutos regresó con unas cobijas y las dejó a un lado mío.

-Buenas noches _____- se despidió y entro de nuevo a su habitación. 

Di un suspiro y caminé al baño, me lavé la cara y me puse mi pijama.
Fui de nuevo hacia donde estaba él sofá y acomodé las cobijas que me había dado Jos.

Me recoste y traté de cerrar los ojos, pero era difícil.

Era imposible dormir aquí pensando que estaba en el departamento de Jos, el chico del que hace unos días solo sabia que estaba muerto, del chico que no recuerdo nada, era difícil asimilarlo, todo era tan confuso que sólo quería ir y preguntarle todo lo que había pasado.

Cerré los ojos como pude y caí en sueño.

AGAIN »j.c | #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora