Efectos Secundarios.

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-Buenos días G~. - respondió una chica al lado de un semi desnudó esqueleto.

-Buenos días niña- contestó indiferente.

-Lo que pasó fue genial, ¿Dónde encontraste ése estimulante? - Ella se miraba satisfecha.

-En una tienda que me recomendaron, pero la chica que atiende no me quiere ahí devuelta- su tono de voz era decepcionante.-Pero lo conseguiré en otra, de todos modos hay varias tiendas de esas por la ciudad -

-¿De que tipo de tienda hablas- pregunto sospechosa.

-No importa, ¿qué hora es? - se volvía a acurrucar entre las sábanas de la chica.

-Van a ser la 1:00 pm-

-Mmm bien, la una de la tarde...!! Qué demonios la una de la tarde!!! - se levantó de golpe para tomar sus cosas.

-¿Qué pasa G? -

-Papyrus volverá de trabajar para tomar dos meses de vacaciones atrasadas y si no me encuentra ahí me matará- nervioso se coloca su ropa.

-Pero tu eres el mayor, date a respetar y quedate un poco más - dice en tono desafiante.

-Tu no lo entiendes niña, él traba y yo soy el flojo, si nuestro padre se entera de mi despreocupación me mataría - dijo mientras salía de la habitación.

-Gaster!Sans si sales de esta casa terminamos- Bianca gritaba mientras se envolvía en las sábanas.

-Pues terminamos niña, aprecio más mi vida como para quedarme contigo- lo dijo mientras cerraba la puerta.

Lo último que escucho G fue el grito de histeria de la chica.
Iba caminando por el centro de la ciudad, fumando un cigarrillo y murmurando rabietas, cuando tropieza con alguien que ni siquiera vio.

-He, disculpa no te vi- dijo mientras ofrece su ayuda a la chica que estaba en el piso.

-Disculpa, también fue mi culpa- dijo mientras se acariciaba su cabeza por el golpe.

G se quedó sorprendido al ver a la misma chica que lo atendió en la misteriosa tienda de magia, por lo tanto ella solo abrió los ojos por la impresión de encontrarlo.

La chica se soltó de su agarre rápidamente y camino con prisa.

-Hey vuelve aquí, quiero hablar- G trato de alcanzarla pero una multitud la cubrió.
-Mierda- murmuro para si mismo.

Camino por un rato y se dejó caer en el suelo, pero sintió algo duro en el bolsillo de su pantalón, era la botella en la que venía la posición.

-Si encuentro la tienda encuentro a la chica, este plan no tiene fallas - una pequeña sonrisa triunfal apareció pero al momento desapareció. - Hay cuatro tiendas de ese tipo en la ciudad, ¿Valdrá la pena que Paps no me encuentre? -

Paso gran parte de la tarde en las distintas locaciones, sin ninguna pista de ella.

-La tienda de adivinación, la de antigüedades, la de purificación y ninguna me quiso decir algo sobre ella, ni si quiera los adivinos me quisieron decir y eso que les estaba pagando, tal vez son todos ellos fraudes- ya estando desesperado y cansado por la persecución en busca de pistas, decidió ir al último lugar que faltaba, el herbario.

Y efectivamente la encontró, saliendo del herbario, en sus brazos llevaba dos bolsas de papel y en su boca una paleta,iba a seguirla pero no lo hizo, decidió esperar para después entrar a la tienda.

Ya en la puerta de la tienda se percibía el olor a incienso y plantas, al entrar vio a dos ancianas, una estaba detrás del mostrador y la otra sirviendo tres tazas de té.

Vainilla y Cerezas (+18)G!Sansx(____) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora