Samahim

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Tomo el sobre banco que le dio Momo y lo abrió saco dos cartas, la primera era la invitación para el Sabbat de Samhain de parte de la familia Agem y Lach.

-Sans alista tu mejor traje, iras a tu primer Sabbat- se levantó y aparte mi mirada, recordé que solo tenía puesta la camiseta.-Momo iremos de compras, prepara algo ligero para el desayuno-

-Si señora- hizo una pose militar, tomo su ropa que había dejado por la habitación y se fue, suspiro cuando cerró la puerta.

-Sans, puedes irte a casa, nos veremos aquí en la noche-murmuro.

-No puedo, ahora soy tu novio y tengo que cuidarte- con un dedo roso suavemente mis dientes para que callara.

-Te puedo pedir un favor- asentí- No le digas a nadie sobre nuestra relación, solo te pido que guardes el secreto, ignórame si es necesario-

-No sé porque me pides tal cosa- fruncí el ceño por su petición.

-Si quieres una explicación la tendrás a su debido tiempo- __ me empujo, cerré mis cuencas, con estrepitoso golpe y rechinido muy sonoro en mi caí cama.

-Tendrá que enseñarme todos sus trucos- me senté en la cama un golpe abrió la puerta.

-¿¡Quien está aquí!?- entro Papyrus con un sartén en mano pero se calmó al verme-oh, eres tú, ¿Cómo llegaste aquí?-

-Me arrojaron, literalmente- dije tocando mi nuca, al haber caído de casi tres metros a mi cama.

-¿Arrojaron, no uno de tus atajos? - me miro Paps confundido, a lo cual negué.

-Por cierto, ¿tienes un traje que puedas prestarme?- mi hermano se sorprendió.

-¿Para qué lo quieres?- pregunto.

-Para una cita con una chica que es muy amable- dije nostálgico por volver estará al lado de __.

-¿Desde cuándo vez las virtudes de las personas y no por sus medidas?- dijo frunciendo el ceño.

-Desde que empecé a salir con ella Paps- dije un poco enojado porque en cierta parte tenía un poco de razón.

-Como sea, son las 2pm, si quieres ir de una manera decente, tenemos que empezar desde ahora si quieres llegar presentable con la señorita- suspiro un poco resignado.

-Gracias hermano- le sonreí alegre.

__

-¿Por qué no vamos en auto?- dijo la chica de con orejas de conejo detrás de mí.

-Por varias razones que conoces bien, uno, noche conducir, dos, no tengo auto y tres, hoy es un lindo día como para disfrutar el paisaje- dije calmada.

-¿Y si le decimos a ellos que no lleven?- pregunto Momo.

-Sabes que solo se le piden favores a ellos si es realmente urgente, no para que nos lleven de compras-

-Pero ellos lo hacen por tus primas y no se quejan- replico infantilmente.

-Pero no soy ellas- suspire- además, ya llegamos-entramos al centro comercial, pasando por varias tiendas.

-Hey, mira estos vestidos son bonitos- dijo ella viendo los escaparates- entremos- sonrió animada, y yo asentí para que entráramos.

-Buenas tardes señoritas, ¿en qué puedo ayudarlas?- dijo amablemente la bonita dependienta.

-Queríamos ver vestidos- se adelantó Momo en decir.

-¿Están seguros de no querer un disfraz para esta noche de Halloween?- pregunto extrañada pero nosotras asentimos –Bien, sígame señorita- tomo del hombro a la conejita para ver las prendas, yo solo me dedique a verlas, no daba una impresión de ser impecable al llevar jeans, zapatillas y una chaqueta, que me hacían ver como un vago, a comparación de Momo con su fresco y semi-formal.

Vainilla y Cerezas (+18)G!Sansx(____) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora