Otra oportunidad.

Día siete.

Una vez leí que no existen los finales felices. Lo recordé porque hoy volví a leer, luego de años sin hacerlo, y por más de que traté, no encontré el libro donde había leído sobre los inexistentes finales donde todos son felices.
Además, me vi en una situación incómoda, ya que mi refrigerador y mis despensas están casi vacíos. Me siento una imbécil por no haber ido de compras el primer día, apenas y me dejaste, porque sabía que allí no te encontraría. Pasaron siete días, ya no estoy segura de que evites el echo de poder cruzarnos.