Me sentaré a ver una de esas películas románticas que odiás y nunca quisiste ver conmigo. Me apetece saber de todo lo que me perdí mientras creía que me ganaba tu corazón. Quizás sea algo positivo para mejorar anímicamente, o tal vez no, y termine el día llorándole a mi almohada como todos los últimos.
Primero, antes de sentarme sola en la sala de estar frente a la televisión, iré por un café a esa cafetería, la de la esquina del cine, a la que tanto nos gustaba ir.
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Otra oportunidad.
RomansaTrecientas sesenta y cinco notas para vos, para que al final las leas, y vuelvas. Trecientas sesenta y cinco oportundiades que perdiste, porque no te mereces otra oportunidad.