Capítulo 17

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Inicialmente creí que la chica estaba bajo control de mi hermana, porque caminaba directo hacia mí, pero luego noté que su sonrisa se ampliaba de esa manera en que los villanos siempre logran ponerte incómodo.

Lentamente como si fuésemos en cámara lenta llevó una de sus manos al borde de las gafas.

-Ni lo pienses belleza- fue instintiva la manera en que acorté la distancia e impacté una de mis piernas en su cara, ni siquiera le día con el pie sino con la pierna, seriamente debió dolerle.

La chica flotó en el aire por unos segundos y luego se estampó contra el suelo, sus gafas volaron unos metros más allá partidas por la mitad. Sin gafas era aún más peligrosa, así que hice lo único que pude pensar en el instante, a estilo policía la inmovilicé en el suelo.

Pero lo más extraño de todo es que a pesar de que la estaba prácticamente haciendo tragar tierra, la chica comenzó a reír en voz alta.

-¿Qué diablos sucede con ella?- preguntó Stanley quien ahora se encontraba junto a mi hermana a unos metros por detrás de nosotros.

-Ni se les ocurra mirarla a los ojos.

-Será todo un placer obedecer- comentó Kelsey.

-¿Qué demonios fue lo que les hiciste?- ejercí presión en la base de la espalda y doblé aún más sus brazos.

La chica gritó de dolor y Zach se aclaró la garganta a mi lado.

-Ira... yo no creo que...

Pero su frase se vio interrumpida cuando la chica intentó zafarse de mi agarre, trastabillé hacia atrás y ella se levantó e intentó correr de nuevo hacia los árboles, pero entonces se detuvo tal como si le hubiesen dado una puñalada en la espalda y cayó de rodillas.

-Kelsey no ¡DEMONIOS IRA! - gritó Stanley.

Entonces lo comprendí todo. Mi hermana estaba dentro de la mente de la chica, pero por la cara de terror de Stanley supe que mi hermana no iba a durar mucho, bastó en segundo para verla a la cara y comprender porque el chico estaba tan asustado, Kelsey había comenzado a sangrar por la nariz desmesuradamente.

-¡ZACH!- grité y él comprendió, corrió hacia Medusa y yo hacia mi hermana- Kelsey- la llamé cuando estuve a su lado, había caído de rodillas pero no dejaba de mirar a su apresada, cuando estuve segura de que Zach la tenía inmovilizada volví a llamarla- Kelsey, tienes que dejarla ir, Zach se hará cargo.

Mi hermana me miró por unos instantes, su cara estaba roja y se le marcaban las venas del cuello, pero al siguiente segundo su postura se relajó, cerró los ojos y se fue de para atrás, Stanley la agarró antes de que se golpeara la cabeza.

Revisé su pulso, estaba bien, pero se había desmayado.

-Oh Diablos, se lo dije- comentó Stanley que le palmeaba la mejilla de forma delicada. En otras circunstancias seguramente me habría reído al verlo en plan delicado, pero entendía su preocupación por mi hermana- Ira ¿qué hago? Oh Dioses, qué hago- comenzó a gritar alarmado.

-Primero que todo debes calmarte- repliqué calmadamente- segundo, llévala dentro y recuéstala en una cama o lo que sea, se ha desmayado, pero se va a poner bien, sólo está cansada.

El chico parecía estar a punto de entrar en shock, pero obedeció, levantó a Kelsey en brazos y se detuvo frente a mí- Si esa perra te da lata, deshazte de ella- tardé unos segundos en comprender, pero supe que se refería a la chica cabello de serpiente; luego, sin esperar respuesta giró y se encaminó a lo que quedaba de la casa.

Highway the Hell (libro #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora