32- Sin propina, eh.

144 9 0
                                    

Del ayer al hoy.
No distinguía el bien del mal.
Solo conocidos y desconocidos.
Me decían que huya de los coches de extraños.
Pero mira, ahora soy adicto a los taxis.

El Amor saltó por la ventanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora