- ¡Despertó! ¡Rick!- gritó un saomomo macho que fue lo primero que Ele vio al abrir los ojos.
- De vuelta aquí...- exclamó ella un poco aturdida.
Pronto llegaron dos personas más que la ayudaron a acomodarse mejor en la cama. Ele no prestó mucha atención al principio, asumió que se verían como el primer saomomo; pero al alzar la vista vio que sólo uno de ellos era un saomomo, una hembra. El otro era un ser que no podía reconocer.
Tenía los ojos como de vidrio y la nariz era una de las cosas más raras que Ele había tenido la oportunidad de ver. Se alteró un poco y lo miró con terrible desagrado por unos momentos hasta que el saomomo macho dijo:
- Él es Rick, no te asustes, es como tú.
- No es como yo.- respondió casi gritando.- Explíquenme qué mierda está pasando y quién es él... O eso.
- Bueno, tranquilízate un poco. Él sí es como tú, es un humano. Se llama Rick, la mujer a tu lado es Samanta y yo soy Monty.
- Esto que ves no es mi cara.- dijo Rick señalándose.- Los humanos no podemos respirar este aire, sólo tú puedes porque fuiste creada para vivir aquí. Esta cosa en mi cara es lo que me permite respirar en este planeta.
- Se supone que los humanos tampoco pueden resistir la "enfermedad del saomomo", ¿qué clase de broma es esta?- Ele ya estaba inquieta y quería levantarse.
- Los que no podían resistirla ya están muertos. Los únicos sobrevivientes que quedan en La Tierra son los inmunes como yo.
- ¡¿Aún hay humanos?!
- ¿Te dijeron que eras la única? La única que les importa, supongo.
- ¿Dónde estoy? ¿Por qué me salvaron?
- Somos los rebeldes.- respondió Monty.- Estamos en contra de que te usen para experimentos y pruebas, por eso te salvamos. Libramos un pequeño enfrentamiento contra los policías para traerte aquí.
- Dime ya qué es este lugar.- Ele ya estaba molesta.
- A este búnker impenetrable en el que nos encontramos lo llamamos La Cueva. Te mostraré el lugar, levántate.
Ele le hizo caso y comenzó a caminar con él. Al salir de la habitación en la que estaba vio que el lugar era enorme. El techo estaba tan alto que hasta era complicado verlo. Las paredes y el suelo estaban cubiertos casi por completo de un metal oscuro. Había varios tubos que, según Monty que iba explicándole cada detalle, transportaban agua. Luego fueron hasta la zona de control de esos tubos y Ele también pudo verla. Ahí, según le explicaron, trabajaba el humano.
Siguieron caminando y Monty le explicaba cada pequeño dato sobre La Cueva. Esto a Ele le era de mucha utilidad, pues no planeaba quedarse por mucho tiempo ahí, tenía que huir, y conocer cada rincón del búnker le daba una ventaja.
Monty le dijo que apenas estuvo seis horas inconsciente, pero según ella habían pasado días. Necesitaba a la voz, la anhelaba, la quería, no podía estar sin que le dijera qué era verdad y qué no. Estaba segura que en el bolsillo de su pantalón había dejado unas pastillas que le habían sobrado. Intentó buscarlas. Ahí fue cuando se percató de que la habían cambiado de ropa, ¿dónde estaba la suya ahora? ¿Dónde estaban sus pastillas? ¿Dónde estaba su realidad?
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#Ele
Science Fiction¿Eres lo suficientemente fuerte como para ver la realidad? Hace ya dos siglos y medio que los humanos están extintos. La Tierra hoy la dominan especies animales diferentes. Pero no vamos a centrarnos en La Tierra, sino en el planeta de los seres...