🎭『Mad Hatter』; yk

I'm peeling the skin off my face

"No puedo más."
"No puedo."
"No sé qué hacer..."

Min Yoongi miraba la sangre que salía de sus brazos.

Solo 13 años y ya no quería seguir viviendo.
Padre alcohólico, madre desinteresada. Había dejado de ir a la escuela hace dos semanas y a su madre poco le importaba.
Varias veces supo que su padre era infiel, su madre lo sabía... Pero no hacía nada al respecto. El alcohol lo ponía agresivo y ella nada hacía para defenderse. Salía a la calle con la excusa de haberse caído por la escalera. Y por fuera todo el mundo pensaba que eran la familia perfecta. El hermano mayor de Yoongi ya se había rendido. Se drogaba y hacía un montón de cosas sin importarle cuán peligrosas fueran. Ya había perdido el sentido de su vida, al igual que Yoongi.

"Hey girl, open the walls, play with your dolls ...
We'll be a perfect family.
When you walk away is when we really play...
You don't hear me when i say
'Mom, please, wake up, dad is with a slut and your son is smoking cannabis'
No one never listens, this wallpaper glistens
Don't let them see what goes down in the kitchen
Places, places, get in your places
Throw on your dress and put on your doll faces
Everyone thinks that we're perfect
Please don't let them look through the curtains..."

Yoongi escuchaba esa canción mientras recordaba... ¿Cuándo fue que se había quedado tan solo?

Ah, claro. El día que ya no pudo más.
Recordaba sus puños manchados de sangre. Recordaba a su padre furioso, medio inconsciente, a su madre gritando, a su hermano casi muerto, con ojos desorbitados y pupilas dilatadas, rodeado de envases vacíos de pequeñas jeringas.

Recordaba haber salido corriendo de su casa en medio de la lluvia, con una maleta y muy poco dinero. Le resultó irónicamente gracioso; había desaparecido hace años y jamás se dignaron buscarlo siquiera. Nadie se tomó la molestia de preguntar dónde estaba. Nadie lo quería. Estaba solo. Sobrevivió sólo unos meses en la calle, peleando para sobrevivir, aprendiendo a ser intimidante. Por suerte no todos eran malos, conoció a un vagabundo que era mejor padre que el que había tenido. Le enseñó a defenderse bien. Todo eso duró muy poco; una anciana al verlo tan pequeño llamó a las autoridades. Y Yoongi prefirió irse a un orfanato, prefirió hacer como si no tuviera padres antes que volver a su casa. Porque en realidad, era como si no los tuviera.

Al menos ahí tuvo una reputación. Era el más atrevido y maleante de todos los niños, y por ello no tenía amigos. Hasta que conoció a ese pequeño. Ese al que los demás siempre molestaban. Llegó un año después que Yoongi. Al verlo tan solo e inofensivo, no tuvo otra opción que tenerlo bajo su cuidado, pensó.

Park Jimin fue su primer mejor amigo. Al cumplir 18 años, Yoongi se fue del orfanato, pero iba todos los días escondido a visitar a Jimin. Luego supo que su abuela se lo llevó.

ㅡ Ten... Es la dirección donde viviré ahora. -- dijo entregándole un papel.
-- Bien. Iré a visitarte cada vez que pueda.
-- Gracias... Yo...

No se dió cuenta cuando el pequeño lo estaba besando. Al separarse de su boca, se sonrojó.

-- Yo... Te amo.

Y salió corriendo como alma que lleva el diablo.

Entonces Yoongi empezó a pensar seriamente. Tal vez Jimin sí le gustaba. Tal vez no. No lo sabía. ¿Cómo iba a saberlo? Vivió toda su vida con un corazón de piedra sin sentir nada.

Pero decidió intentarlo. La pasó bien, sin duda alguna.

En uno de sus trabajos conoció a Hoseok. Era difícil que se llevara bien con alguien, sin embargo con él enseguida hubo conversación. Eso puso celoso a Jimin y tuvieron una discusión.

El pelirrojo estaba dolido por lo frío que era Yoongi. Sin embargo le quería como nunca había querido a nadie. Pero empezó a pensar si le amaba de verdad, o solo era afecto al haber sido Yoongi la primera persona en ser amable y buena con él. Entonces decidieron mutuamente seguir como mejores amigos. Pero esa era una historia que Jimin jamás contó. ¿Por qué? Yoongi nunca lo supo.

Luego de eso conoció a Namjoon, y con ese hallazgo formaron el "trío de miserables", que era como Hoseok solía llamarlos.

Años pasaron hasta que conoció a Jeon Jungkook.

Y ahí es donde la historia toma forma.

¿Qué le llamaba tanto la atención de ese pequeño?
No lo sabía. Tenía algo que lo volvía loco, algo que le intrigaba, algo oculto. Sabía desde el fondo de su corazón que Jungkook tenía un lado oscuro que nadie conocía, un lado macabro. Un lado loco, que más la locura que él mismo tenía, hacían la locura más maravillosa de todas.