🎭『Mad Hatter』; yk

Tell you a secret, I'm not alarmed

"Mi condición está empeorando."
"¿Qué haré ahora...?"

Mirándose al espejo, Jungkook iba viendo cómo poco a poco perdía su humanidad.

"Temer es lo que nos hace humanos..."

A lo único que le temía, era a su locura. A las cosas que era capaz de hacer, a ser tan insensible, a su total desconocimiento de la empatía. Pero últimamente esa locura dejaba de asustarlo. 

"Si no tengo miedo... ¿Qué soy?"

Aún así  no perdía  la esperanza  de ser una persona normal con miedos normales. Pero todo eso se vino abajo cuando fue su aniversario con Yoongi. 

El pálido chico, ahora de cabello  rubio, estaba preparando su sorpresa para el pequeño, cuando escuchó golpes en la puerta.

-- ¿Quién es? -- dijo mirando hacia los lados al ver que nadie se encontraba allí. Solo una caja de regalo sobre el piso.

"Seguramente es de Jungkook."

Tomó la caja y volvió a entrar. Pero al abrirla, deseó no haberlo hecho.

"¿Sabías que el corazón utilizado normalmente (♡) es en realidad lo que forman dos corazones reales pegados? Pues tu regalo son estos corazones, representando los nuestros que estarán juntos por toda la eternidad."

Y literalmente eso había en la caja; dos corazones reales pegados, cosidos con hilo por las mismas manos de Jungkook.

"PD: No te asustes, son corazones de vaca.♡"

-- Aún así no deja de ser escalofriante, Jungkook. -- a estas alturas, ya no sabía si reír o asustarse.

6 p.m

El café siempre era su punto de encuentro, así que ahí estaba Jungkook esperando con ansias a su amado. Tal vez los corazones de vaca no eran el mejor regalo del mundo, pero significaban mucho para él.

Vio llegar a Yoongi con paso apurado, vestido de negro aunque hacía calor.

-- Hola.
-- Hola. El rubio combina muy bien con el negro.
-- Lo sé. Feliz aniversario.
-- Feliz aniversario. ¿Qué me trajiste?
-- Apenas vengo llegando y ya me pides regalos, qué materialista eres.
-- Dame mi regalo.
-- Está bien, pero deja de hacer ese maldito gesto, es demasiado adorable, me irrita.
-- No decías eso la noche de--
-- ¡Sorpresa! --dijo levantando una caja de regalo, algo sonrojado por las chicas que lo habían escuchado. Jungkook reía.
-- ¿Una bufanda? --la prenda de lana roja llegaba hasta el piso, haciendo que Yoongi se apresurara a recojerla.
-- No es cualquier bufanda, es una bufanda de Min Yoongi. Tienes que cuidarla. Nadie más en toda Corea tiene esa bufanda.

Jungkook apuntó a una chica que llevaba una bufanda igual a esa.

-- Pero esta la hice yo, idiota.
-- ¿Sabes tejer?
-- Sé hacer muchas cosas que no sabes.
-- Wow, increíble.
-- Deja el sarcasmo. ¿Te gusta?
-- Casi tanto como tú.

11 p.m

Bajo las estrellas, sentados en un parque estaban riendo y hablando, tapados con una manta que Jungkook llevó. 

-- Ha sido un lindo día,  ¿algo más que quieras hacer?
-- Tú sabes qué quiero hacer.
-- Eres todo un adolescente hormonal, ¿lo sabías?
-- Si eso soy yo, ¿tú qué eres?
-- Alguien loco por un adolescente hormonal.

Se besaron apasionadamente bajo la única luz de las estrellas; en una noche sin luna como esa nadie los vería si se proponían ceder ante la tentación. Sin embargo fueron interrumpidos por un fuerte olor a alcohol y agresivas palabras.