04

1.5K 351 300
                                    


Cuando tenía 10 años, su abuela se había enfermado tan mal, que estuvo internada en el hospital dos semanas. Durante este tiempo, quien cuido de él fue un primo quien estaba a punto de graduarse de la secundaria. Kihyun, por las mañanas, le preparaba el desayuno y dejaba hecho el almuerzo, lo acompañaba a la escuela, y desaparecía durante toda la tarde para regresar hasta la cena y quedarse a dormir con él.

Al principio Jooheon estaba bien con ello - confiaba en que su abuela pronto se recuperaría- porque el que Kihyun lo dejara solo durante todas las tardes significaba que podía jugar con Changkyun por toda la casa sin ninguna clase de restricción.

El problema fue cuando a la quinta noche Kihyun llego diciéndole que si quería ver una película de terror con él, que se la habían prestado y que realmente quería verla. Como Jooheon no quería que su primo lo viera como a un bebe llorón aceptó sin pensarlo mucho. Tal vez fuese el hecho de que los protagonistas de aquella película eran niños, pero Jooheon no pudo dormir bien esa noche, ni las siguientes. Incluso tenía miedo de acercarse al ático, y solo lo hacía cuando Changkyun lo llamaba.

A pesar de tener pesadillas todas las noches nunca dijo nada. Ya tenía diez años, se decía, ya estaba grande y si le contaba a alguien seguramente se burlarían de él por temerle a una película. Es que lo que más le había asustado era el monstruo que aparecía en esta. No lo podía sacar de su cabeza. Lo miraba todos los días, en sus pesadillas, y cuando estaba despierto. Al salir de su casa cuando iba rumbo a la escuela y al regresar de esta también. Y es que Jooheon era vecino de aquel monstruo.

El padrastro de Changkyun le recordaba a aquel monstruo.

Meses después de que Jooheon cumpliera 10 años y antes de que Changkyun cumpliera los 9, la casa del menor había sufrido un cambio drástico. Las paredes de esa parte de la casa fueron pintadas, ya no tenía aquel deprimente color pálido, no, fue reemplazado por colores vivos, brillantes. El jardín ya no era un basurero y en el habían sido plantados varios rosales, los cuales el Sr. Lim cuidaba personalmente. Y todo aquel que conociera a la madre de Changkyun luego de que se volviese a casar, diría que es una madre afectuosa y responsable.

Su mejor amigo era el único que había cambiado para mal. Ya no tenía hematomas sobre su rostro ni en sus brazos y tampoco lloraba como solía hacerlo antes. Pero era más reservado, callado, y se asustaba más de lo normal cuando la gente invadía su espacio personal de improvisto. Jooheon no lo sabía, pero él era al único niño que Changkyun le hablaba, su único amigo.

Y todo era gracias al padrastro de su mejor amigo. Era un hombre que infundía un miedo en Jooheon inexplicable, y en Changkyun también. La manera en la que miraba a su hijastro no estaba bien. La manera en la que le miraba a él, cuando se dirigiría hacia la escuela y lo saludaba por las mañanas, y aunque a Jooheon le habían enseñado a ser muy educado nunca contestó ninguno de los saludos del Sr. Lim. Dios, que ese hombre, incluso había mirado a Kihyun de la misma manera. Y Jooheon supo que no solo era su imaginación cuando su primo le dijo que no confiaba en aquel hombre, y que era mejor que no jugara cerca de los rosales. Las únicas que parecían no darse cuenta era su abuela y la madre de Changkyun, y todos los demás adultos eran iguales a estas.

La forma en la que los miraba era como la de aquel monstruo, al principio de la película, cuando solo observaba al protagonista y se divertía acosta de su paranoia, cuando el no atacaría. Aun no.

Jooheon se llevó una de las peores experiencias de su vida cuando su balón accidentalmente se atascó en los rosales del Sr. Lim. Recuerda esa tarde en la que estaban jugando en el jardín de su abuela, y la expresión de horror de Changkyun cuando las rosas de su padrastro se estropearon.

Haunted Attics ✧ JooKyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora