•Febrero•

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Yo tuve un amor. Un amor de esos que ya no existen. De esos que ya no viven, que ya no mueren.

Conocí al amor de la forma más directa que un ser humano como yo puede verlo. De la forma más humana e ilogicamente posible.

Él era alto, de sonrisa torcida y ojos avergonzados. De estos que caminan con la mirada gacha y de los que se muerden las uñas sin siquiera darse cuenta ante una pequeña situación de tensión.

Él era un humano más entre miles, que paseaba las calles con normalidad una fría tarde de Febrero. Febrero. Maldito y desesperado Febrero. Segundo mes del año y el marcado de por vida por contener el conocido "día de los enamorados".

Tuve un amor sincero. Y si no lo fue, sabe muy bien mentir, o yo soy muy fácil de convencer.

Él tenía un bosque de esperanza en los ojos, y juro que me perdí en él tantas veces que llegó un momento donde se convirtió en mi hogar, pues ahí es donde único me encontraba.

El amor se me presentó en forma de distancia, cómo no, no todo tiene que ser bueno, pero era tan fuerte que ni siquiera eso pudo impedirme amar.

Yo tuve un amor. Lo tuve, y fui tan necia de descuidarlo hasta el día en que decidió marcharse. Y no le culpo.

Maldita locura. Maldito Febrero. Maldito amor envenenado por el recuerdo de lo que pudo ser y no fue, y tampoco será nunca.

No me traigas rosas...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora