Being Normal

46 1 2
                                    

El sonido de maquinas de hospital me hace abrir los ojos de momento. No hay traje, o arco

Solamente traigo puesto un camisón clásico de hospital, al revisarme el abdomen veo que no tengo ninguna marca, ni una sola cicatriz, incluso la de las balas han desaparecido. El monitor de al lado me indica que mis latidos están a mil por hora. 

-Ya despertaste hijo- la voz que aparece por la puerta se me hace vagamente familiar.

Al voltear...veo a mi mama, ella me sonríe aunque en su rostro hay evidente señal de preocupación. Esto debe ser un muy cruel sueño. 

-Mama- al verla, parada, con vida siento como las lagrimas empiezan a nacer en mis ojos.

Ella camina hacia mi aun sonriendo, se sienta al lado de la cama. Rápidamente me lanzo a ella rodeándola con los brazos.

-Mama eres tu- al sentir el abrazo me doy cuenta de que no se trata de un sueño; el abrazo es tan real, tan cálido...estoy abrazando a mi madre- Estas viva mama- las lagrimas bajan una a una por mis mejillas, cayendo sobre el saco de ella.

-¿Porque no estaría viva cariño?-.

-Pues lo que paso hace 10 años, después del día de campo y lo de Tapia- en cada palabra me aferro mas a los brazos de mi madre.

-El golpe te debió haber confundido, esa noche solo volvimos a casa, todo estuvo en lo normal- ella acaricia mi cabello, consolándome- Tu papa y Robert están en camino, ah si; también con Louisa- al escuchar todos esos nombres mi corazón corre a la velocidad del de un caballo y sonrió ampliamente. Aun estoy conectado al monitor así que mi madre se da cuenta de eso- ¿Estas bien Jason? Tu corazón esta como el de un caballo-.

-Estoy bien mama, solo...solo que ya quiero verlos- me limpio las lagrimas y la suelto.

-Esta bien, ya puedes desconectarte, dijo el doctor que hoy mismo puedes irte. Cámbiate en lo que ellos llegan- antes de levantarse me da un cariñoso beso en la frente. Asiento y le sonrio.

-Mama-.

-¿Si Jason?-.

-Te amo- ella me sonríe desde la puerta.

-También te amo hijo- sale del cuarto y yo me dejo caer sobre la cama con una enorme sonrisa.

Un poco después llega una enfermera quien me desconecta y me hace los últimos chequeos, al finalizar me da una playera negra de manga larga, jeans medio ajustados, ropa interior y unos tenis, sale de la habitación para que me pueda cambiar.

Me quito el camisón del hospital, la sorpresa y la duda vienen al ver mi cuerpo sin ninguna cicatriz, pero muy bien formado. Paso los dedos por donde se supone que tendría las marcas de bala, al sentir la piel lisa sonrio. Al terminar de vestirme me quedo un momento vendo la ciudad por la ventana, todo es silencio hasta que escucho mucha maquinaria, latidos de corazones, automóviles, gente hablando en otras habitaciones...sacudo la cabeza y al hacerlo los ruidos se van. Un poco confundido salgo del cuarto "Debe ser la medicina" digo para mis adentros.

En el pasillo veo a mi mama sentada, leyendo un libro con sus clásicos lentes de media luna casi en la punta de la nariz, como siempre. Al verme me sonríe, guarda el libro y se acerca a mi.

-Tu padre ya esta a punto de llegar, viene con Robert, Louisa tardara un poco mas-.

-Si si, oye creo que las medicinas me afectaron un poco ¿como termine en el hospital?- ella ríe un poco.

-Ven- me toma del brazo y camina conmigo- Ayer fue el cumpleaños de Tyler, fue una fiesta algo intensa, bebiste mucho y como no habías comido bien te desmayaste, nos sacaste un buen susto. Solo un par de intravenosas y quedaste perfecto...mira ahí están-.

Mi papa hace aparición por la puerta; tiene un par de arrugas mas, y unas cuantas canas en su negro cabello, al lado veo a un joven que luce poco menor que yo, un poco fornido y un poco apuesto. Me doy cuenta que es Robert al reparar en la curiosa marca de nacimiento que tiene en su cuello. Robert sonríe un poco burlón al verme.

-¿Como esta el ebrio de la familia?-.

-Mucho mejor ahora, gracias hermano- al abrazarlo mi corazón vuelve a acelerarse y las lagrimas comienzan a brotar, pero en esta ocasión decido retenerlas.

-Eres un tonto con cerebro hijo-la clásica y tranquila voz de mi padre me hace soltar rápidamente a Robert y abrazarlo a el.

-Papa- al sentir sus brazos y volver a oler su cara colonia no puedo evitar derramar lagrimas sobre su camisa, lo abrazo con fuerza con la barbilla en su hombro.

-Oh hijo, tranquilo ¿esta todo bien? ¿aun estas mal?- el da un par de leves palmadas en mi espalda.

-Si, lo siento. Es que...tuve un horrible sueño, siento como si no los hubiera visto desde hace tanto tiempo- me paso la mano por los ojos quitándome el rastro liquido de las lagrimas.

-Ya estas aquí, tranquilo. Vengan, vayamos al restaurante en lo que llega Louisa, no ha de tardar- caminamos juntos, mi madre tomando de la mano a mi padre, Robert al lado mio contándome que paso después de la fiesta, me siento la persona mas feliz del mundo.

Después de unos minutos de una agradable platica y un reparador café, mi papa señala con los ojos a algo tras de mi. Al voltear veo a Louisa quien lleva un hermoso y cautivador vestido, ella me sonríe ampliamente. Me pongo de pie yendo hacia ella, esperado un abrazo como saludo, pero en su lugar recibo un suave y cálido beso en los labios.


FlechaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora