Looking For Him

47 2 3
                                    

Cuando termina la clase salgo rápidamente del salón, sin esperar a Jeff y voy directamente a los baños.

-No puede ser...no no no...-volteo hacia el espejo-No esta pasando- digo a mi reflejo. Me mojo la cara con bastante agua, por un rato me quedo mirando mi reflejo sin decir nada, respiro profundamente y salgo del baño levantando mi mochila del suelo. Voy a la cafetería y me siento en una de las bancas mas apartadas. Volteo y veo a Louisa ordenando comida, ahí de nuevo mi corazón comienza a acelerarse y pierdo el control; muchas voces comienzan a inundar mi cabeza, puedo escucharlo todo, desde el tipo que está hablando con su novia a unas cuantas mesas de mí hasta la comida que se está haciendo al otro lado de la cafetería, poco a poco más ruidos comienzan a llegar, puedo escuchar los motores de los autos afuera de la universidad, a los pájaros cantando, perros ladrando y hasta una discusión de un par de conductores, algunas cosas que se rompen y que evidentemente no es en esta sala, bajo la cabeza cubriéndome con los brazos...mi corazón palpita mas rápido de lo normal, siento que en algún momento me va a explotar, estoy a punto de salir corriendo cuando una voz me vuelve a la realidad de una manera tan abrupta.

-Matthew ¿cierto?- alzo la mirada rápidamente y me encuentro con Louisa en un semblante serio.

-...Si...-Poco a poco el ruido comienza a desparecer.

-¿Puedo sentarme?-me pregunta con una enorme sonrisa.

-Si claro, adelante- cierro los ojos para que todos los ruidos desaparezcan olvidando todo lo que paso.

-¿Tienes algo?-.
-No, solo comí algo que creo que me hizo daño-sus ojos delatan un poco de preocupación.

-¿Eres de aquí Matthew?-.

-Si, nací en Queens, he vivido aquí toda mi vida ¿y tu?-.
-También nací aquí, pero me fui a Rosswell hace unos cuantos años- contesta sacando una bolsa de papel de su mochila con lo que parece ser su almuerzo.

-¿Y porque tan lejos?

 -Mi papá trabajaba con un juez muy importante de aquí, pero hace unos diez años pasó algo que me destrozó por completo- tiene una mirada un poco triste y se de lo que está hablando.

-¿Qué fue lo que pasó? Bueno si se puede saber- la curiosidad me inunda poco a poco a pesar de saber del tema. 

-¿Sabes quién es Carlos Tapia?- ella me mira a los ojos y yo solo asiento- Pues un día mi mejor amigo y su familia fueron a un día de campo, en esa ocasión el me invitó a ir con ellos pero mi madre se negó argumentando que tenía cosas que hacer, en cierto modo estoy feliz de no haber ido pues cuando ellos venían de regreso fueron interceptados por Tapia y un grupo de sus hombres. Ellos bajaron a mi amigo y a su familia del auto, los llevaron a un pequeño acantilado, ahí le dispararon a quemarropa, a todos incluso a su hermano pequeño que solo tenía 10 años- se seca una lágrima de la mejilla- Encontraron los cuerpos de sus padres y de su hermanito pero no el suyo, estuvieron buscando por casi 3 meses pero nunca lo encontraron. El veredicto final fue que cayo por el risco- así fue- Y la corriente lo arrastró hasta el mar- solo hasta la casa de una anciana- Y ahí o fue comido por tiburones o está bajo el agua. - estoy aquí, vivo frente a ti- El padre de mi amigo era juez y un par de meses antes había mandado a un familiar de Tapia a la silla eléctrica...tal vez si solo lo hubiera encarcelado el, ellos estarían vivos- ella agacha la cabeza y yo solo no dejo de mirarla con ganas de decirle todo, posiblemente incluyendo que soy el Arquero y Tapia es la razón de que estoy vivo.

-Ahora lo entiendo, fue un caso muy sonado. Gracias a eso Tapia se volvió uno de los hombres mas buscados en todo Estados Unidos. Lo lamento mucho- estiro el brazo para tomar su mano, ella me sonríe y acepta el gesto.

-Pero a pesar de eso Tapia tiene comprada a la mitad de la policía, no es fácil atraparlo pero aun así el Arquero no se detiene-.

-¿Nunca te das por vencida cierto? 

-No, nunca lo hago y nunca lo haré- sonríe triunfante- Hablando de eso ¿tenemos un tiempo libre no?-.

-Si, un par de horas ¿como lo sabes?- ella se levanta y saca varias hojas de su mochila.

-¿Vienes conmigo?- ella me estira la mano y yo se la acepto sonriente.



FlechaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora