Capítulo dos

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- ¡¡MANIIII!! - la efusividad de Camila no tomó por sorpresa a Normani, acostumbrada ya a su actitud cariñosa - ¿Cómo te fue en el viaje?

-Bien, bien, dulzura - Mani volteó a verme con una ceja arqueada, sacudió levemente la cabeza y me abrazó - las extrañaba un montón chicas.

- Yo también, Mani - y era verdad. Puede que yo no sea una dulzura de persona, pero en definitiva quería muchísimo a mi banda - ¿y las otras chicas?

- Ya decía yo que no te encontraba sorprendida - decía Normani con una mirada de reproche hacia Camz - ¡Camila Cabello! No te puedes ni guardar una sorpresa.

- Es que... Es que... - había enrojecido rápidamente. Realmente yo había planeado fingir algo de sorpresa, pero lo olvidé al verla y ahora Camz estaba en un problema - lo siento.

- No te preocupes, ya sabía yo que pasaría - Mani la miraba comprensiva mientras le daba un beso en el cachete - las chicas ya vienen en camino.

Ding dong. No había terminado la oración cuando ya el timbre sonaba otra vez, anunciando al resto de nuestras invitadas.

- Qué bellas están - Dinah se hacía paso con una bolsa enorme llena de golosinas, mientras Ally saludaba a Camz - especialmente tú, Lolo.

- Mila, ¿no le habrás dicho que...? - aparentemente no había pasado desapercibido mi look especial, pero había algo en el tono de Ally que me había indicado que le preguntaba algo más a Camila que lo que ya yo sabía -

- Chicas, chicas, vamos a ver la película -dijo en tono cómplice Mani, antes de que preguntara por algo, así que me senté con todas ellas en el sofá y empezamos a ver la peli -.

Estaba sentada en el sofá, tal vez demasiado cómoda, cuando sonó el timbre. Fui yo a abrir, ante la mirada de todas... Que realmente me observaban con expectativa; no entendía mucho la situación y cuando abrí la puerta y me encontré con que los padres de Camila llevaban un ramo inmenso de flores, me confundí más... Porque me lo entregaron a mí. 

- Hola Lauren, este ramo lo acaba de dejar aquí un chico - la madre de Camila dejó el mano en mis brazos y saludó a todas las chicas, al igual que la hermanita de Camila, Sofia, que se sentó emocionada para ver la película con las chicas, a las que que creía haber oído cuchicear sobre algo, como preguntandole algo a Camila que esta no quería responder -

- Wow, ¿quién es el suertudo? - el padre de Camila me miraba con una sonrisa mientras me golpeaba suavemente con su codo - Alguien tiene que decirle de esto a esas chicas que shi...shi...shippean eso de laumen carmen...

- Camren, señor - ya entendía la sonrisa del hombre. A él le hacía feliz cualquier acto que negara la posibilidad de que mi relación, ficitia, con Camila fuese real -

- Eso mismo, bonita. - Aparte de ese terror a Camren, siempre era simpático conmigo y me trataba bien - Sofia, es hora de ir a la cama, ve directo a tu habitación.

Mientras escuchaba como la hermanita menor de Camz refunfuñaba, leía la tarjeta del ramo enorme, que decía: Para mi hermosísima Lolo, la dueña de los ojos más bellos de la ciudad.

- Wow, chica, este ramo es inmenso - Dinah miraba la tarjera por encima de mi hombro - y qué dedicatoria.

- De verdad que sí, qué lindo - Normani miraba la tarjeta y ponía cara de ilusión - ya quisiera yo que me tocaran chicos así, en vez de...

- ¿Sabes quién te lo mandó? - Ally se unía a la conmoción por el ramo inmenso, pero realmente a mí nada de eso me importaba mucho -

Mientras todas hablaban y preguntaban, yo miraba a Camila. Ella seguía sentada en el sofá, apartada del resto, mientras tecleaba vagamente en su celular. Me daba curiosidad su falta de entusiasmo, cosa que no solía faltarle, y me parecía ver hasta un brillo especial en su mirada.

- Sospecho que me lo envió Luis - me había ido acercando a Camila hasta sentarme a su lado - pero eso no me importa ahora. Me extraña es que las enviara a tu casa, Camz.

- Bueh... Es que... - y ahí estaba otra vez el enrojecimiento de su rostro. Qué hermosa se veía, estando nerviosa parecía mucho menor que yo, aunque esa diferencia no alcanzara a ser realmente significativa - En tu casa no había nadie, así que me envió un mensaje preguntando si estabas acá y acertó.

- A mí no me convence mucho ese chico - Normani se acercaba a nosotras - ¿Acaso él no tenía novia hasta hace poco?

- Sí, sí - Ally agarraba una bolsa de gomitas de osito y se las metía con velocidad en la boca - ¿no se llamaba Melissa?

- ¿Si tenía novia hasta hace. una semana por qué te manda flores?  - Dinah, a pesar de ser la menor de todas, hacía gala de su madurez mientras preguntaba - Pero bueno, chicas, ya dejemos el tema y volvamos a la película.

- Yo... yo pienso que si alguien va a estar contigo, tiene que darlo todo, estar cien por ciento para ti - la voz de Camila se escuchaba baja y, mientras tenía su mirada hacia el piso, se enrojeció levemente - demostrarte su interés en estar solo contigo, no terminar con su novia y correr a tus brazos,  eres muy especial y lo mereces.

Luego Dinah puso en play la película y yo me quedé con las palabras de Camila en la mente...

Eres muy especial...

Esa simple oración me había provocado un cosquilleo interior muy fuerte y, aunque no entendía porqué, me sentía muy feliz de solo tenerla recostada en mi hombro, como si pudiese pasar ahí toda la eternidad.

En un momento dado ella se volteó a verme y me pescó observándola con intensidad.

Me hubiese gustado explicar que pasó, pero solo sé que me quedé prendada en sus ojos color chocolate, en sus inmensas pestañas. El corazón me latía fuertemente y, la manera en la que me miraba fijamente, me hacía desear con todas mis fuerzas besarla: inclinar solo un poco más mi cabeza, atrapar su cuerpo entre mis brazos y probar sus labios rosados y carnosos, morderlos con suavidad.

No sabía que había pasado, pero por suerte la intensidad del momento se vio rota cuando a Ally le entró un ataque de tos muy fuerte, por un momento pensé que nos había visto, pero estaba de espaldas a nosotras así que me tranquilicé.

- Cuidado te enfermas, Ally - la voz de Mani se escuchaba preocupada - estas vacaciones ya no nos van a durar mucho más, la semana que viene empiezan las grabaciones.

- Sí, sí, solo me ahogué con un osito de goma - su sonrisa era clara, así que todas nos despreocupamos. Cuando volteé la mirada me encontré con los ojos fijos de Dinah, que me observaba atentamente. Ella se volteó rápidamente, así que nunca supe bien si ese brillo que vi fue una sonrisa rápida,  pero estaba segura que nos había visto -.

Quererte en secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora