Capítulo nueve: Camila

899 33 4
                                    

El dolor de la mañana siguiente se extendía por todo mi cuerpo. La cabeza me latía, la garganta me quemaba y mi corazón, o lo que quedaba de él, luchaba por verle algo positivo a abrir los ojos ese día.

Seguía con el sabor a rechazo en la boca, por más que cepillaba mis dientes, y con los ojos apagados.

- ¿Quién podría quererte? - mis ojos marrones revisaban mi reflejo y solo encontraban decepción - Otra vez te recuerdan que la fama no ha cambiado la realidad, sigues siendo la chica del colegio con la que todos se metían.

Detesté ser la misma chica simple y patosa de siempre. Desee ser alguien distinto, menos idiota.

- Hija, ¿te sientes bien? - la voz de mi mamá sonaba excesivamente preocupada - ¿estás enferma?

- No, tranquila. - carraspee un poco la garganta - Solo es un malestar.

- Le avisaré al management - mi mamá me miraba con compasión - no les va a agradar que otra chica esté enferma.

- ¿Otra chica enferma? - mi mirada de curiosidad hizo que mi madre arqueara la ceja -

- Lauren, ayer se mojó mucho con la lluvia y se enfermó - mi mamá suspiró fuertemente - esa chica a veces era un desastre.

Yo me sonrojé un poco. Yo no me había mojado tanto como para enfermarme, pero ¿era menos probable eso que habermelo contagiado de Lauren? De pronto mientras la besaba..

Luego mis pensamientos se enfocaron en el tono de reproche de mi madre. Estaba dolida con Lauren pero aun así no quería oírla hablar así de ella.

Mi mamá suspiró nuevamente y me dejó en mi habitación. Yo me quedé viendo mi celular, tenía que hablar con alguien, tenía que decirle a alguien... Pero contarle todo desde el principio.

Hablarle a alguien de cómo me gustaba Lauren; de cómo ella se había robado mi corazón desde hace tiempo, incluso cuando yo había querido negarlo totalmente.

En ese momento ya entendía perfectamente que me gustó desde el principio; y también que yo había hecho muchas cosas que había excusado bajo una amistad aparente.

Ding dong...

- ES PARA TI, CAMILA - mi mamá sonaba extraña - un chico vino a verte.

¿Un chico? Lo primero que pensé es que era un error, pero rápidamente vi que no lo era.

Estaba Luis ahí, tocando mi puerta...

- ¿Y cómo has estado? - me había invitado a pasear ante los ojos sorprendidos de mi mamá - Sinu me parece simpática

- Emm... Bien... - ni sabía que decirle ni qué hacer. Me molestaba enormemente que llamara Sinu a mi mamá así como si nada, me molestaba que viniera sin avisar seguro para volver a pedir ayuda, me molestaba su presencia en general- ¿y-y por qué decidiste venir?

- Porque necesito tu ayuda, sinceramente- su tono de voz tan seguro me sonaba pedante. No entendía cómo había terminado Lauren con este ... No, no debía pensar en ello - Lauren está muy extraña y quería hablar contigo para ver si sabías algo...

Ahí lo dejé de escuchar, estaba totalmente indignada. Me molestaba muchísimo no ser capaz de decirle lo que pensaba, de decirle que lo detestaba.

Encima de todo ya me había pedido ayuda una vez, para darle un ramo de flores a Lauren... Y luego otra para que corroborara su mentira sobre las otras flores que ella había recibido ¡y que sabía yo que no las había enviado él!

Al final terminé mintiendo por él, y no entendía bien porqué lo hacía. Desde la secundaria me intimidaban chicos como él, y terminaba acosada por ellos... Bullying.

La última vez en mi casa, con ese ramo precioso, Lauren se había puesto tan feliz... Y yo dije sin que nadie me pidiera que había sido Luis. Qué ilógico.

Me sorprendía que nadie se diera cuenta de esas mentiras... Con lo mal que se me daba mentir...

- Sísísí - mis pensamientos se vieron interrumpidos por su mirada fija, que indicaba esperaba respuesta - te ayudo en lo que quieras...

Ni sabía qué había dicho, pero me avergonzaba admitirlo... Era una cobarde.

- Excelente - su sonrisa presumida me chocaba - te llamo luego.

Se despidió de mí como si yo fuese poca cosa, y se fue.

Quererte en secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora