Nos montamos en el taxi que tenía 7 plazas. El taxista era un hombre ya mayor, llevaba gafas y muchas canas. Tenía ojeras.
A donde quieren que les lleve?- Tenía una voz muy aguda, parecía una chica.
Queremos ir al hotel que está al lado del London Eye porfavor- Contestó mi padre. Yo ni si quiera sabía adónde íbamos.
Íbamos en el taxi, por las grandes carreteras de Londres. Empezaba ha esconderse el sol. Hacía frío.
Emilio se percató de que tenía frío y me dejo su chaqueta.
Muchas gracias Emilio- Conteste abrazándolo.
De nada- Contestó.
Nos quedaba 1 hora para llegar al hotel y estaba muy cansada. Decidí dormir y me apollé en el hombro de Emilio. Entonces empecé a soñar:
Estaba en el mismo taxi sola. Hacía frío, mucho frío. De repente el taxista desapareció y me encontré en un bosque. Tenía miedo. Iba caminando, cuando escuche unos pasos detrás mío. Corrí. Corrí lo más rápido que mis piernas me podían permitir. Entonces tropezé con una rama. Empecé a sangrar por la nariz.
Me desperté gritando.
Todo el mundo me miro, hasta el taxista.
No pasa nada- Mire un poco confundida a la gente.
Lle...gamos- Dijo el taxista mirándome por el retrovisor.
Yo le mostré mi mejor sonrisa y salí del taxi avergonzada.
