Ocaso de Mediodía

Capítulo 6

Al anochecer cuando Jacob apareció en la reserva, a un costado de su casa lo esperaban Sam y el resto de la manada.

_¡¿Por qué estropeaste el plan?!_ fue Paul el primero en increparle.

_Desobedeciste una orden, Jacob_ agregó Sam aunque con tono más cauteloso.

_No desobedecí nada, nunca dijiste que yo no podía intervenir Sam_ contestó éste restándole importancia al hecho e intentando continuar su camino.

_Tu intromisión iba en contra de lo acordado_ porfió Sam alzando la voz.

_Pues pienso que mi acción no varió en nada el resultado de la escenita de los "lobos rabiosos"_ atribuyó con estilo un tanto despectivo.

_¡¿Te burlas de nosotros?!_ se molestó todavía más Paul.

_Hablas como si estuvieras en contra de la manada_ comentó también Jared.

_¡Sepan que me fastidió ver como utilizaban la transformación para algo tan bajo!_ respondió Jacob dejando en claro su disgusto _No olviden el por qué desarrollamos un espíritu lobo, hay una sola especie a la que debemos intimidar, no está en nuestra naturaleza atacar humanos, eso déjenselo a las mugrosas sanguijuelas_

Por unos cuantos segundos, y por primera vez, sus compañeros se silenciaron ante sus palabras. Y fue Quil quien sacó la voz nuevamente, esta vez con más mesura:

_Aún así, no debiste sacarla de allí Jake, debemos evitar que nos delate_

_Eso no ocurrirá_ desestimó él _Consiguieron dos cosas esta tarde, una es que ella desistió de la idea de exponernos, y la otra, es que su interés hacia las enormes bestias peludas aumentó_ y utilizó un singular tonito de cinismo _Y creo que sólo el primer punto es una noticia para estar tranquilos_

_Explícate_ inquirió Sam.

_Ella cree que los lobos son criaturas fascinantes, que no deben ser expuestas y que merecen permanecer ocultas en el bosque, sin embargo, y no sé cómo puede ser posible, pero el hecho que aparecieran frente a ella lo menos que le causó fue miedo_ y Jacob no pudo evitar reír al pensar en esas palabras.

_¿Es acaso que esa chica está chiflada o algo por el estilo?_ se burló Quil.

*****

Esa noche a Lara le costó conciliar el sueño, no podía dejar de pensar en su encuentro con los lobos, aquella instancia había cambiado su humor, desde ese entonces se sentía más dichosa. Y en casa lo notaban, en los días siguientes se le veía radiante, con una energía renovada. Frente a la preguntadera de Charlie queriendo saber la causa de tan agradable cambio, ella riendo atribuía que era el aire de Forks el que le hacía sentirse así.

En dos ocasiones se había juntado con Jacob en aquella misma colina, y durante pequeñas conversaciones éste buscaba el modo de convencerla que desistiera de perseguir pistas que la llevaran a los lobos, a quienes por cierto no había vuelto a ver. Hoy había insistido en acompañarla de regreso a casa.

_Tiene que haber algún lugar que la manada ocupe como refugio, una especie de cueva o algo así, ¿conoces alguna?_ mencionó Lara en una de sus tantas conclusiones.

_No, ninguna_ desestimaba de inmediato él.

_Si pudiera dar con ellos, si pudiera verlos otra vez_ suspiraba con añoranza _¡Tal vez debería buscar una forma de atraerlos!_

_Torpe_

_¿Qué será mejor, comida, un rastro de sangre?_ analizó en voz alta ignorándolo.

_Hey, no seas ridícula_ le detuvo con molestia _No puedes tomarte todo tan a la ligera, ¿es que acaso no piensas en las consecuencias?_