¿Quién Eres En Realidad?

Capítulo 1

Me he levantado, y he hecho corriendo las maletas. Por fin nos vamos! El único al que echaría de menos sería a Jeff, pero según el siempre está conmigo, así que mejor.

Jeff, es de unos 16 años, como yo. Tiene el pelo muy oscuro, negro se podría decir, su piel es muy blanca, tiene una gran sonrisa siempre y unos ojos muy grandes y negros. Lleva una sudadera blanca manchada de rojo. Él dice que es pintura, pero yo se que no. También lleva vaqueros negros y unas zapatillas marrones, también manchadas. Siempre le acompaña su cuchillo de mango negro y hoja afilada plateada. Son pocas veces las que le veo, no le gusta hacerse ver. A veces me quedo en un columpio o en una rama de un árbol y escucho lo que hizo hoy, y el escucha lo que hice yo, le cuento mis problemas y me ayuda en todo. Otras veces la gente pasa y se le queda mirando, no es muy normal encontrarte a alguien con esa apariencia.

Todas las noches hablo con él antes de quedarme dormida y aunque esté la luz encendida y no le vea, siento como me acaricia el pelo o se sienta a mi lado. Nunca le he visto haciendo eso pero se que lo hace, mi sexto sentido me dice que nunca me ha abandonado, así que sería raro que no viniese conmigo a San Francisco.

-Sakura, nos vamos ya! Baja!

Terminé de hacer las maletas mientras hablaba con Jeff.

-Bajo ya mamá!
-Cuanto dura el viaje?
-Unas 5 horas creo, no estoy segura. Jeff, una cosa.
-Dime.

Me quedo quieta y me siento en una escalera.

-Mi vida va a cambiar cuando vaya a San Francisco, la gente al no conocerme no sabrán quien eres y me tomarán por loca. Sé que tampoco vendrías conmigo para no hacerte visible al ojo humano, ya que no quieres que te vean... pero dime. Como se supone que estarás....-miro al techo-que estarás conmigo, como sabré que estás si no podemos hablar? Y si hago amigos que encajen conmigo, nos distanciaremos? Y si mi madre me roba tiempo para que no hablemos? Y si...

-Tranquila, todo se solucionará poco a poco, tu sabes que SIEMPRE estoy a tu lado, incluso cuando duermes. No puedes ni imaginarte como te ves en algunas ocasiones. Vales mucho pero la gente no sabe apreciarte y prefieren adoptarte como una loca, pero sabes que yo siempre estaré contigo, que no voy a abandonarte nunca.

-Y si mueres? Ya no podrás protegerme.

-Yo no puedo morir dos veces.

-Tienes razón...

-Sakura baja ya! Se va a ir el taxi!

-Voy!

Bajé las escaleras y estuve pensando en las palabras de Jeff. Sabia que él sabia TODO sobre mí, no puedo ocultarle nada, pero él si a mi. No se lo que hace, algún día tendré que preguntarle, que son esas dichosas manchas de su sudadera que no se van, y para qué quiere el cuchillo.

Llegamos al aeropuerto.

* susurro * -Jeff! Ven! Siéntate aquí! Mis padres se han sentado juntos.

Vi a Jeff sentarse en el asiento de la ventana una vez habíamos despegado. Cogí mis cascos y me puse música.

-Pasa uno Saku.

-Claro, toma.

Nos pusimos a escuchar música electrónica hasta que quedé dormida. Soñé que Jeff estaba conmigo, en el instituto nuevo, en mi nueva casa en una litera encima mía y en un parque. Fueron unas imágenes rápidas y que se repetían una y otra vez. Me desperté de un ruido. Mierda, tendría que haber bajado la música.

-Ya despertaste?

-S-si

-Bajé un poco la música pero ahora que me doy cuenta no ha servido de nada.

Sonrió con esa gran sonrisa que tiene, y yo le devolví la sonrisa. Mi cabeza estaba sobre su hombro y su brazo por detrás de mi nuca hasta mi hombro. No dudó en acariciarme el pelo con su mano libre. Puse mi mano sobre su muslo y solté una pequeña risa.

-Que te hace tanta gracia?

-Que nunca hemos estado así.

-Acaso no te gusta?

-Claro! Por eso lo decía! Me extraña que estés visible tanto tiempo y encima me acaricies. Pero por supuesto que me gusta.

Vino la azafata y dijo que ibamos a descender ya.

-Nos vemos en casa Saku.

Y Jeff simplemente desapareció. Sonreí. Fue bonito mientras duró y me acaba de dejar haciendo una lagrima falsa con el dedo. Es buena gente, eso es lo que mas me jode. Es la mejor perona que he conocido nunca. Suena irónico, es mi único amigo. Aterrizamos en 3...2...1...