Capítulo 5

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 Rachel había llegado al escenario en ese momento para ver toda la escena y Jesse salió corriendo del palco, atravesando el detrás de escena en busca de Rachel. Cuando llegó a ella, esta le tomó la mano con urgencia.

Rachel: ¡Ven, Jesse! No estamos a salvo aquí.

Tomó al muchacho y lo llevó por una escalera que llevaba al techo del teatro. En el camino, Jesse se cuestionaba que estaba pasando.

Jesse: ¿Por qué me llevas para arriba?

Rachel: ¡No me hagas regresar ahí!

Jesse: Tenemos que regresar.

Rachel: ¡No! ¡Sus ojos me encontrarán allí! ¡Y te matará!

Jesse: Rachel, no digas eso.

Rachel: Sus ojos llenos de fuego. Ella es capaz de matar a mil hombres. El fantasma de la Opera matará...

Jesse: Este fantasma es cruel...

Dijo Jesse cuando lograban llegar al techo y la noche los inundaba a ambos. Rachel buscaba una salida, desesperada. Y Jesse trataba de hacerla entrar en razón.

Jesse: ¡Rachel, no existe el fantasma de la Opera!

Rachel: ¡Por Dios! ¿Quién es esta mujer? Que acosa hasta matar con esa máscara de la muerte.

Jesse: ¿De quién es esa voz? ¿Quién es ella?

Rachel: Jamás podré escapar de ella. ¡Jamás!

Jesse hizo que Rachel lo mirara fijo y le habló fuerte.

Jesse: ¡Rachel no existe el fantasma de la Opera!

Se alejó de un golpe de él y lo miró cuestionándolo.

Rachel: Jesse, estuve ahí. En su mundo de noche infinita donde la luz no existe.

Jesse quedó mudo escuchándola.

Rachel: ¡Jesse, la vi! ¡Vi su rostro! No puedo olvidar esa visión. Su cara... deformada y terrorífica. Jamás podré olvidar ese rostro, era apenas un rostro en la oscuridad.

En ese momento, Jesse miró hacia abajo y notó que Rachel tenía una rosa en su mano. Una rosa con un lazo negro.

Rachel: Pero su voz... llenó mi espíritu con un extraño y dulce sonido.

Dijo ella mirando hacia el cielo y él no hizo otra cosa que seguirle la mirada. Sin que ambos se dieran cuenta, detrás de una estatua, ella los estaba escuchando y escuchaba las duras palabras de Rachel.

Rachel: Esa noche hubo música en mi mente y con esa música mi alma se elevó. Y escuché lo que jamás había escuchado en mi vida...

Jesse: Lo que escuchaste fue un sueño y nada más.

Rachel se giró para mirarlo.

Rachel: Y en sus ojos... estaba toda la tristeza del mundo. Esos extraños ojos que tanto temí y adoro.

El corazón de ella, el fantasma, comenzó a latir desesperado al escuchar esas palabras. Quería correr hacia ella y sabía que no podía si él estaba ahí.

Jesse: Rachel...

Esta se giró para verlo y el fantasma aprovechó ese momento para susurrar en un rincón acústico del techo.

Fantasma: Rachel...

Rachel comenzó a mirar hacia todos lados, asustada y con ganas de llorar. Jesse no lo pensó dos veces y la abrazó con fuerza. En completo silencio, ambos se miraron y él comenzó a acariciar su rostro con dulzura. El fantasma se dispuso a ver la escena y cuando lo hizo, su corazón comenzó a partirse en mil pedazos. Especialmente cuando Rachel dejó caer la rosa por abrazarlo con ternura.

Phantom Of The Opera (Faberry Edition)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora