Capítulo 6

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Jesse llegó a tiempo para ver una trampilla en el suelo abrirse y se tiró, siguiéndola. Quería atraparla a toda costa. Jesse cayó y se llevó la sorpresa de caer en una habitación rodeada de muchos espejos que se movían. Jesse comenzó a enloquecer, tratando de atacar a una figura que estaba en muchos lugares al mismo tiempo. Estaba tan concentrado tratando de descifrar cuál era la figura verdadera que no vio la soga que había caído frente a él. Si no hubiera sido por Emma que llegó en ese momento para advertirle con un gesto, el fantasma lo hubiera atrapado.

Jesse fue guiado por un pasillo hasta llegar a la entrada a los camerinos.

Jesse: Sra. Pillsbury...

Pillsbury: Por favor, señor, no sé más que cualquier otro.

Jesse: Eso no es cierto.

Pillsbury: Por favor, no preguntes. Ya hubo muchos accidentes.

Jesse: ¿Accidentes? ¡Por favor, Emma!

Esta lo quedó viendo y luego de dudar un segundo, le hizo un gesto de silencio y lo llevó a su habitación. Luego de entrar, cerró la puerta con llave. Encendió la luz y le señaló un asiento. Este se sentó luego de que ella lo hiciera y esperó a que hablara.

Emma: Hace muchos años, había una feria ambulante por la ciudad. Sheryl, la madre de Rachel, me invitó para ir con ella. En ese tiempo aún era bailarina de la Opera y vivía en el dormitorio con las demás. Acróbatas, brujos, rarezas humanas. Y había...

Jesse: Continúa...

Emma: Jamás me olvidaré. Esa muchacha encerrada en una jaula.

Jesse: ¿Una jaula?

Jesse estaba impresionado, no podía creer lo que escuchaba.

Emma: Una prodigio, señor St. James. Académica, arquitecta y música.

Jesse: Y compositora.

Emma: ¡E inventor! La encontramos con Sheryl siendo exhibida, golpeada y tratada como monstruo. La madre de Rachel no lo soportó y cuando todos se fueron, yo entretuve a los dueños del circo mientras ella la ayudaba a escapar. Había ahorcado al carcelero que la golpeaba y todos se alarmaron, querían atraparla. Nos vimos obligadas a esconderla en el subsuelo del teatro.

Jesse: ¡Por Dios! ¿Por qué sheryl la ayudaría?

Emma lo miró detenidamente, recordando esos tiempos.

Emma: Yo siempre la vi como una rareza de la naturaleza, más monstruo que mujer. Sheryl creía que era una niña incomprendida y sin amar. Le enseñó música y canto mientras la mantenía escondida del mundo y sus crueldades. Hasta que el cáncer se apoderó de ella. Me hizo prometer que cuidaría de ella y de Rachel.

Jesse miró a Emma comprendiendo todo.

Emma: No ha conocido otra cosa desde entonces excepto este teatro. Al parecer, Sheryl le pidió que instruyera a Rachel.

Jesse: El ángel de la música.

Emma le asintió con los ojos llenos de lágrimas.

Emma: Este teatro ha sido su jardín y ahora es su dominio artístico. Es una genia con talento sin igual.

Jesse: Pero claramente, Emma, la genia he alcanzado la locura.

Luego de esas palabras, no dijeron más. Jesse se fue con la historia en la cabeza y se dispuso a contársela a Rachel, fuera de las instalaciones del teatro. Cuando escuchó la historia, en vez de sentir repulsión o ver su locura como Jesse, Rachel sintió lástima y asombro. En la noche, no podía dormir en las habitaciones del teatro y decidió retirarse. Abrió lentamente la puerta y notó a Jesse dormido contra la escalera. Al parecer, el joven estaba dispuesto a hacer guardia. Salió sin despertarlo y sabiendo que tenía que irse sin ser vista, le pagó a un hombre que llevaba a los turistas en carreta por la ciudad de parís, para que la sacara de ahí.

Phantom Of The Opera (Faberry Edition)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora