Cinco sabores.

52 4 0
                                    

Escrito desde abajo de mi cama.
17/04/2017
5.27 pm

¡Hola!
Hoy se cumplen siete meses desde que me besaste en el sillón del segundo piso de tu casa. También hoy se cumplen siete meses desde que te quedaste con mi anillo y yo me quedé con el tuyo.

En este momento tú estás paseando por algún lado y yo estoy abajo de mi cama, no porque tenga miedo, sino porque estaba buscando arañas... que son parte de mi miedo: vivo con el miedo de acostarme en mi cama y que me ataque una araña.

(No es un miedo irracional, gracias. A mí me gustan mucho las arañas, pero creo que a las arañas suele gustarles mucho mi cama, este no sería mi primer ataque... y la verdad lo entiendo: si yo fuera una araña, tampoco aceptaría que nadie se me acostara encima).

Mañana viajo a ese lugar al que prometí llevarte en algún punto de mi vida, esta vez voy con mi familia pero en verdad me encantaría irme contigo. Claro que aún no podemos hacer eso porque ni siquiera sé qué papeles se necesitan para hacer los trámites... sin embargo, ten por seguro que lo haremos.

¿Te parece muy raro que nos hayamos besado el primer día que nos vimos en persona?

Sinceramente, a mí no. Todas esas horas que viajé y haber estado al borde del desmayo por deshidratación valieron la pena en el momento en que yo puse un pie en el suelo de tu casa.

Es una lástima que mis padres no hayan dejado que me quedara en tu casa a dormir, aunque en parte eso fue bueno, porque seguramente ni siquiera habríamos dormido... pero, no importa. ¡Yo quería!

Me besaste y eras dulce, dulce y muy suave. La película de tiburones que vimos era aburrida, muy aburrida, y si por mí fuera habríamos visto otra, pero como le temes a los tiburones, mejor nos besamos frente al televisor durante más tiempo. Nunca me había sentido así, así como me sentí cuando estuve contigo.

Te quiero ver de nuevo, sé que te veo a diario así que corregiré mi oración: te quiero sentir de nuevo. Verte a través de la cámara es complicado a veces, pero seguiría haciéndolo porque me gustas, te quiero, y te amo. No es lo mismo así que menciono las tres.

Sé que si encuentras esto te preguntarás por qué estoy firmando así, pero... te recuerdo que soy un niño bueno, todo un caballero. No puedo usar mi nombre, tal vez nunca use el tuyo. Sin embargo, te quiero así, te quiero siempre.

Balam. 🐆

(PD. Habría usado mi otro seudónimo si no hubieras dicho que querías llamar así al perro que adoptaremos en un futuro, ups).

La vida de Balam. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora