Escrito desde el suelo de una casa ajena.
25/12/2018
12.10 pmHola, una vez más.
Hace muchísimo que no escribía nada, ni aquí ni en otros lugares. Me pareció razonable hacerlo antes del cambio de año pero no sé exactamente por qué, así que aquí tienes.
Confieso que me da algo de miedo saber que sí me lees porque, aunque sea para ti, siento que puede ser extraño leerme cuando soy tan impersonal, pero confío en que no me dirás nada al respecto y así podremos seguir, tú leyendo y yo escribiéndote. Fingiremos que esto no existe.
Es navidad y no sé qué estoy pensando, pero en general no suelo saberlo, así que no es mucha diferencia de otros días. Esta es nuestra tercera navidad juntos pero yo quiero que ya tengamos una navidad juntos en presencia, no así. Es buena así pero podría ser mejor. Podríamos cenar algo tibio, cansarnos e ir a dormir juntos...
He estado pensando mucho en ti y en algunos patrones que he detectado. Quiero que sepas que eres de lo más cálido que me ha pasado y que quisiera perderme en ti, no poder pensar en nada que no seas tú. Ya no me gustas como antes pero no te asustes al leer eso, sólo hablo de que me gustas muy diferente ahora, me gustas de forma más suave.
He aprendido mucho de ti durante todo este tiempo en el que no he escrito, y también he aprendido mucho de mí y no sé si lo que aprendí me gustó, así que estoy pensando en eso desde entonces para intentar reducir los daños colaterales.
No me gusta que me guste alguien que no seas tú. Me parece injusto, innecesario, incluso idiota. Eres lo mejor que me ha pasado, eres la persona a la que más confianza le tengo... y justo por eso es que este párrafo no te tomará por sorpresa, porque ya lo sabes. Sé que te resultará agridulce leerlo pero igual lo quería plasmar acá.
Extraño tu aroma. Al fin he sido valiente y he usado tu ropa en público: me queda grande pero es útil, ayuda con la disforia. Mi familia ha preguntado a quién le pertenece porque claramente no es mi talla, pero después de dos o tres veces ya dejaron de esperar respuestas.
Si nos hubiéramos conocido antes de que yo me mudara, ¿crees que algo habría cambiado entre nosotros?
Sé que no es el cambio de año todavía pero de cualquier manera quisiera decirte que siento que hemos mejorado bastante. Que todo lo feo que nos pasó al final sí fue por algo, que valió la pena. Espero que sí porque ya no quiero que nos vuelva a pasar, siento que ya tuvimos suficientes lecciones por el momento.
Múdate conmigo, ¿sí? Por favor. No te lo he pedido formalmente, así que si me lees, dime que sí y múdate conmigo. Prometo seguir trabajando (o buscar un nuevo trabajo, dependiendo de qué me digan), yo lo único que quiero es estar contigo, querernos, comenzar oficialmente nuestra familia pequeñita, dar bases para nuestros hipotéticos bebés. Sí suena un poco drástico y da poquito miedo, pero aún así lo quiero. Tantas vidas juntos, ya quiero que en esta también sea oficial...
Estos últimos días me han vuelto a llamar demonio, tanto por el nombre como por la convicción. Pero si a ti no te incomoda que te digan que sales con un demonio, yo estoy bien. No es como que el título me disguste.
Balam. 🐆
(PD. Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que te escribí que ya ni siquiera recordaba cómo hacía las cosas aquí. En fin, ya que te hice leer todo esto, quiero que sepas que te amo).
ESTÁS LEYENDO
La vida de Balam.
Non-FictionSi alguna vez te has sentido roto, extraño, o fuera de lugar... Este es mi intento de llevar un diario, aunque en realidad son una serie de cartas. Espero que a quien le escribo las lea...