EN LA ESCUELA...
Al llegar a la escuela, dejé mi bici, y entré con mi compañero Tiago.
-Hola, ¿cómo estás? -le pregunté.
-Hola bruja. Estoy de mal humor, ¿y tú? -me dijo.
Lo miré mal.
-Ya comenzamos mal, como siempre. -suspiré.
Fui subiendo las escaleras hacia la planta alta de la Escuela.
Al llegar a arriba...
-¡¿POR QUÉ?! -gritaron al unísono, apareciendo DE LA NADA.
Ahí solté un grito y caí al suelo.
-¡¿QUÉ MIERDA PASA CON USTEDES?! -grité.- Estos días son una condena para mí y se hacen las pendejas.
Sí, es cierto. Desde que Matt me contó que está castigado y no podrá conectarse por varios días, mi jodido mundo se empezó a caer a pedazos.
-¡¿POR QUÉ VOTASTE POR "ANGRY BIRDS" y NO POR "ESCANDALOSOS"?! PENDEJA DE MIERDA, TE MATAREMOS. -todos se lanzaron sobre mí.
-Porque quería hacerles la contra a todos. -dije, apartándome de todos.- Era mi decisión aparte. ¿Por qué tenía que votar a la cosa esta de los ositos idiotizados y peludos estos?.
Sí, es cierto, soy rara y odio Escandalosos.
-Porque todos lo hicimos. -dijeron.
Les lancé una mirada amenazante.
-¿Y qué mierda me importa? Yo soy yo. Que los demás... -apunté hacia ellos-. Hagan lo que quieran, porque yo no soy "TODOS".
Todos lanzaron un largo suspiro y me miraron.
-Te odiamos. -dijeron-. Somos tus amigos y nos haces la contra.
-Los amigos no son capaz de matarte por una DECISIÓN TUYA. -dije, cruzándome de brazos-. Además, los amigos no hacen bullying y no lastiman.
Todos se fueron, dejándome en el aula.
Y entró Miranda, ignorándome por completo.
Maldita sea, después de la pelea que tuve con Miranda no volvimos a hablar y yo no lo haré, mi orgullo es más fuerte que mi deseo.
-Hola. -dijo, cortante.
-Hola. -dije, mirándola con desprecio.
Yo me fui fuera del aula a esperar que llegue Ceci, mi mejor amiga, mi divina salvación.
Pero no vino.
Tocó la campana para saludar.
-¡Buenas tardes, chicos! -dijo la seño Griselda.
-Buenas tardes, seño Griselda. -dijimos todos, a los gritos.
-¿Cómo están? -preguntó ella.
-Bieeeeeen. -dijimos.
-Ayer pasó algo horrible, algo que no debió suceder. -dijo ella.
Todos nos miramos entre nosotros para ver si habíamos hecho algo malo.
-Ayer, escondieron la mochila de la profesora de Educación Física. ¿Ustedes saben que eso está mal? -preguntó y siguió regañándonos.
Luego, saludamos a otra seño, hasta que al fin y por un milagro de Dios, nos dejaron entrar al aula.
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Mi Vida Sin Él. ©
Non-FictionSiempre creí que mi vida sin él sería un completo asco. Y le acerté, prácticamente en eso se está convirtiendo ahora mismo. Él entró a mi mundo que estaba pintado con tristeza... Y lo llenó de colores y alegría. Pero no... toda felicidad tiene su fi...