-Lo lamento mucho -dijo levantándose y limpiándome con su servilleta.
Era obvio que la poca gente que se encontraba ahí volteara. Se nos quedaron viendo y comenzaban a murmurar y a reír por la escena.
-No te preocupes -reí.
-¿De qué te ríes? -pregunto.
-Todos nos miran... recordé la vez que caímos de las escaleras y yo grite que era una obra, ¿recuerdas? -dije entre risas.
-Sí, no podría olvidarlo -rio.
-En fin... eso fue gracioso.
-Eso creo -comento no muy convencido y seguía limpiándome.
-Oye, tranquilo -dije avergonzada ante su reacción.
-Lo siento de nuevo.
-No te preocupes -se sentó y reí-. Lamento habértelo dicho así, tan de prisa.
-Yo lamento esa reacción -respondió apenado.
-Era lógico... supongo -reí-. Descuida -sonreí.
-Amm... ¿y a dónde irás? -inquirió.
-Con mamá a Nueva York.
-¿Cuánto tiempo?
-Una semana quizá.
-No es mucho tiempo... de igual modo te extrañaré.
-Sí, lo sé. Supongo que yo también.
-¿Supones? -cuestionó un poco molesto.
-Era broma. ¡Claro que te extrañaré!
-Comenzaba a molestarme -dijo divertido.
-¡Eres un gruñón! -me carcajeé.
-Sólo espero que te vaya bien y que diviertas.
-Gracias -respondí.
Nos quedamos un tiempo más ahí. Terminamos de comer y cada quien regreso a su respectiva casa. Termine de empacar lo que necesitaba.
Al día siguiente salió el vuelo muy temprano, apenas alcanzamos a llegar al aeropuerto para abordar el avión.
Llegamos luego de unas cuantas horas ya estábamos en Nueva York. Más tarde ya nos encontrabamos en la casa de la tía Mary y no desempaque, eran muy pocos días como para hacerlo. Sólo fui a dejar mis maletas en la habitación donde me quedaría por estos días y descanse un poco.
Me recosté en la cama y no sé exactamente por qué razón pero comencé a recordar todo lo que había pasado años antes, cuando conocí a Drake y la manera en que lo conocí. Estaba aburrida, así que baje a la cocina por algo de beber, la tía Mary y mamá estaban ahí.
-¿Qué tienes hija? ¿No te agrada la casa? -cuestiono mamá.
-No, nada de eso.
-¿Entonces?
-Sólo estoy un poco aburrida.
-¿Y por qué no sales a conocer un poco? -comentó mi tía.
-Pero, ¿no sará peligroso? -murmuró mamá.
-¡Para nada! -dijo mi tía-. Es un barrio un tranquilo.
Nos quedamos calladas un momento, mamá no se veía muy convencida.
-Está bien, ¡ve! -acepto mamá.
Yo sólo sonreí, me acerque a darles un beso en la mejilla y salí casi corriendo de allí. Me encontraba caminando por ahí y de repente en un cruce de calle, esperando a que el semáforo cambiara, alguien me llamo.
-¿Mo? ¿Eres tú?
No sabía si voltear o no, tenía miedo... pero algo me decía que no era nada malo y de hecho esa pequeña voz se me había hecho un tanto conocida, y entonces me decidí y volteé.
-Amm... sí.
No lo había visualizado bien, tenía un pantalón de mezclilla azul marino, y una playera blanca con cuello tipo "v". Lo vi y pensé que era Drake, claro sólo por la forma de vestir, portaba unos lentes obscuros que cuando se deshizo de ellos, descubrí de quién se trataba realmente.
-¿No me recuerdas? Soy Frank -sonrió.
-Sí, ¡claro! Frank... ¿cómo has estado? -pregunte.
Está vez me sería difícil huir de él. Ya no cruzamos la calle y decidimos caminar hasta una plaza que estaba cercana, ahí me di cuenta que ya no era lo que solía ser... él había cambiado demasiado.
-Bien, aunque no tanto como a ti. ¡Mírate!
-Gracias. Pues no me quejo -respondí sonriendo.
-¿Y qué has hecho?
-Sí, de hecho sólo vine de "vacaciones". ¿Tú te mudaste, no?
-Sí me mudé -aseguró.
-¿Y dónde vives ahora? -cuestione.
-En Italia.
-¿De verdad? -me sorprendí.
-Sí.
-Debe ser una ciudad, ¡bellísima! -de hecho era una de mis ciudades favoritas.
-Por supuesto -aseguró.
-¿Y vienes de vacaciones, también? -pregunte.
-No, sólo vine por unos asuntos de trabajo.
-¡Ah, qué bien!
-Y... ¿quieres tomar algo?
-Claro.
Llegamos a la plaza y nos fuimos a una cafetería que estaba dentro de ella, entramos y nos sentamos en una mesa cerca a la ventana que daba a la plaza. Ordenamos dos cafés y continuamos platicando.
-¿Y qué has hecho de tú vida? -me cuestiono.
-Pues trabajar, ir a fiestas... no sé, una "vida" normal -respondí.
-Eso es bueno. Recuerdo que no te gustaba salir mucho.
-Sí -reí-. Pero conocí a un amigo que sale mucho y pues me invita sus fiestas.
-¡Eso es genial! -comentó.
-Así es.
Continuamos charlando, aunque yo realmente no sabía que más decir o hacer. Tanto tiempo que había pasado que ya ni siquiera podría decir que es un amigo. De repente, sonó mi celular.
-¿Hola? -pregunte, pues el número marcaba como desconocido.
-¿Mo? Soy Drake -escuche del otro lado.
-Oh, Drake... ¿cómo estás? -pregunte confundida, era raro que él llamara.
-Bien.
-¿Ocurre algo? -cuestione de nuevo.
-No, no... toda está bien. Sólo quería saber si habías llegado bien.
-Eres un tipo muy raro, ¡eh Bell! -reí- Pero sí, llegue bien, gracias por preguntar.
-¡Qué bueno! ¿Sabes?
-Dime.
-Estoy aburrido, hoy habrá una fiesta y no quiero ir solo. No estás aquí -reí-. No te rías, hablo enserio -dijo con voz firme.
-Está bien. Pero pienso que deberías ir, te hará bien distraerte.
-No sé... tal vez sí, aunque no habrá nadie que me moleste.
Y entonces recordé aquel día donde todos nos burlamos de él, fue divertido. Aunque el punto aquí era que seguía siendo raro que llamara.
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You're The One. | Drake Bell
FanficDicen que cuando estás destinado a la persona correcta... en algún momento de tu vida la encuentras. Y justamente así le sucedió a Maureen, por años pensó que su novio Frank era el "indicado" hasta que el destino le puso enfrente a Drake, las cosas...