8: Regreso a Los Ángeles.

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-Bueno, la verdad... -comenzó a decir- es que necesitaba decirte que estos días que no nos habíamos visto y ahora con tú partida, me di cuenta de que... realmente siempre me has gustado.

-¿¡Qué!? ¿Hablas en serio?

-Completamente. Lo diré rápido antes de que algo pase... ¿quisieras ser mi novia? -pregunto sin más rodeos.

-¿Eh? -seguía sin entender.

-¿Mo, qué dices? -me quede pensando, él seguía preguntando- ¿Mo, estás ahí? ¡Mooooo! -grito y entonces "desperté".

-¿Mande? -respondí con otra pregunta.

-¿Estás bien? Te quedaste ida. Creí que se había cortado la llamada -explico.

-Sí, sí estoy bien.

-Bueno, pues te dejo. Creo que a última hora si iré a la fiesta.

-Bien. Cuídate.

-También tú -dijo y colgué.

¡Maldita sea! Sigo imaginando y creando en mi mente cosas y diálogos, que sé muy claramente que jamás pasarán. Separé el celular de mi oído, lo bloqueé y lo guarde en mis pantalones.

-¿Todo bien? -cuestiono Frank.

-¡Claro! No te preocupes -sonreí.

Y después de eso, ¿qué? Realmente nuestra plática se había terminado desde hace mucho tiempo atrás. No quería ser grosera, pero de verdad que esto ya había terminado, así que no tuve más remedio que despedirme.

-¿Te dejo lo de mi café? -le pregunte.

-No, no. Descuida, yo lo pago.

-De acuerdo, gracias. Frank, tengo que irme.

-¿Quieres que te acompañe?

-No, ya sería mucha molestia.

-Sabes que no es así -se encogió de hombros-. ¿Entonces? -sonrió.

-Está bien.

Acepte sin más. Pagamos los cafés y salimos de la cafetería, dimos la última vuelta ya plaza, hasta que por fin salimos de ahí. Caminamos las calles que habíamos caminado antes y regresamos hasta la casa de mi tía.

-Aquí está bien -comente llegando.

-Bien.

-Cuídate -dije y me di la vuelta pero él me llamo de nuevo.

-¡Espera Mo! -giré para verlo de nuevo.

-¿Qué pasa? -pregunte.

-Quiero que sepas que... yo, ya no soy el mismo... he cambiado demasiado. Y aunque no lo aceptes, yo sé y siento que estás muy distante conmigo -explico.

-Lo sé Frank, se nota. Y no estoy distante... sólo que me sorprende verte de nuevo.

-De acuerdo, ¿puedo volver a verte?

-¡Claro!

Intercambiamos números de celulares, se despidió de mi con un beso en la mejilla y después de eso él se marchó. La semana pasó rápido Frank y yo habíamos salido un par de veces más. Yo tenía que regresar a Los Ángeles, mamá dijo que ella prefería esperar unos días más. Así que regrese sola o mejor dicho con Frank quien decidió acompañarme... supongo que le había contando mucho sobre Drake y sus amigos y claro que acepto en conocerlos, estaba emocionado. Tal vez se lleven bien.

El domingo en la mañana tomamos el avión rumbo a Los Ángeles y llegamos unas horas después. Bajamos del avión y en el aeropuerto llame a Drake.

-¿Mo, eres tú?

-Así es adivino, ¿cómo lo supiste?

-No sé, intuición... tal vez -respondió entre risas-. ¡Mentira! Vi tu nombre en la llamada -se carcajeó.

-Eso creí -reí-. Te tengo una noticia.

-Dime -dijo emocionado.

-Pero, ¿no estás ocupado? -inquirí.

-No.

-¿Seguro? -insistí.

-No. Y deja de darle tanto rodeo -reí-, me muero por saber la noticia. ¿Qué pasa?

-Bien, de acuerdo... ¡ya estoy en Los Ángeles!

-¿Sí? ¿En serio? ¿Regresaste? -pregunto aún más emocionado.

-Así es -respondí.

-¿Quieres que vaya por ti? -cuestiono.

-Eso sería maravilloso.

-Bueno, entonces no te muevas. Voy para allá.

-De acuerdo -Colgó.

-Viene para acá -Le dije a Frank.

-Bien, iré por algo de tomar... ¿quieres algo?

-Agua, por favor.

-Está bien.

Dio la media vuelta y se fue. Yo me senté en las bancas de ahí junto a las maletas, seguido de eso sonó de nuevo mi celular, creí por un momento que era Drake, tal vez se le había olvidado decirme algo... pero no, en la pantalla decía Andy.

-¿Hola? -conteste.

-Hola Mo, soy Andy -saludo.

-Lo sé -reí-. ¿Qué pasa?

-Sabemos que estás en Los Ángeles.

-Ese Drake, no puede guardar nada -dije negando entre risas.

-No, sólo que estaba muy emocionado, tanto que no pudo ocultarlo.

-Me lo imagino.

-Necesitamos proponerte algo -comento.

-¿Y qué es? -pregunte.

-No creo que por teléfono pueda decírtelo... es más en persona. Pero ahora que regresaste Drake ya no querrá soltarte -rio-, pero buscaré la manera de buscarte. Ya lo sabes que en unos días es el cumpleaños de Drake y queremos festejarle de sorpresa, claro.

-Eso suena genial... tengo que colgar Drake viene.

-Está bien, nos vemos -colgué, Drake se acerco y me abrazo.

-Me alegra tanto verte de nuevo -vio mis maletas-, ¿todo esto es tuyo? -comentó asombrado.

-No.

-¿Entonces, qué esperamos? Pues vámonos.

-Espera, falta alguien más -obvio me refería a Frank, Drake se sorprendió y yo realmente esperaba con ansias por ver su reacción.

You're The One. | Drake BellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora