You're The One. | Drake Bell

10: Tú eres el indicado. (Final)

-De acuerdo te diré -me arme de valor.

-Te escucho -me soltó.

-¡Estoy celosa! -¿Qué? Pero, ¿qué había dicho? Esas no eran las palabras correctas, pensé.

-¿De Paydin? -pregunto entre risas-. ¿Es en serio? -volvió a reír.

-¡No! Seguramente de Andy... pues obvio que de ella -conteste en un tono molesto.

-No entiendo -seguía riendo-, sólo es mi amiga.

-Claro... eso dicen todos -me crucé de brazos.

-De verdad no entiendo, tú tienes novio, ¿o no? -me cuestionó.

-Sí... bueno... no -dude al decirlo.

-¿De qué hablas? -Su risa paro y preguntaba confundido, pero Andy nos interrumpió.

-¡Hey Drake! Es momento de que partas el pastel, ¿quieren venir un momento? -dijo mientras se acerba a nosotros.

-¿Podrías darme un segundo, Andy? Estoy arreglando un asunto pendiente -le pidió sin quitar la vista de mí.

-Es que los invitados ya están esperando -explico Andy.

-Yo digo que deberías de ir -intervine.

-¡No! -grito- Andy, por favor inventa algo... ahora voy -grito de nuevo entre dientes.

-De acuerdo... no tardes -acepto resignado y se fue.

-Drake... por favor -suplique.

-¡Por favor, nada! Ahora mismo me vas a explicar eso de que no tienes novio -me tomo del brazo y me jaló hasta el lugar más lejos de la puerta que daba a la casa.

-¡Me estás lastimando! -grite tratando de zafarme y cuando llegamos hasta donde él quiso me soltó.

-¡Dime ahora! -dijo furioso, a pesar de la poca luz, podía ver en sus ojos rabia.

-Drake... lo siento, sólo era una broma. No me odies por favor -suplique.

-¿Cómo me pides eso? Estaba tan emocionado porque regresabas y sales con esto, ¡Dios! -exclamo desesperado.

-Lo sé y de verdad lo lamento... yo quería saber cual era tú reacción -agache mi cabeza.

-¿Qué? ¿Ahora de qué rayos hablas? -preguntó demasiado confundido y molesto.

-Sí... bueno... es que, si no lo has notado... me gustas -comenté sin más rodeos.

-¿Estás hablando en serio? ¿O es otra de tus bromas?

-Es... en serio -me ruborice, lo sentí en mis mejillas.

-Pues tú a mi también, pero con eso hiciste que todas las ilusiones de desvanecieran.

-Drake, no...

-Ahora quién lo siente soy yo. Debo irme.

Y sin más se fue. ¡Maldita sea! Me maldije no sé cuantas veces dentro de mi. Grite, lloré... nadie lo notaba... todos estaban tan concentrados en la fiesta que ni siquiera se daban cuenta. Bien, lo arruine, lo sé. Mamá siempre solía decirme que mentir era malo... sí, ¡cuánta razón tenía!

Ya no había motivo para seguir ahí, afortunadamente Andy tenía en el jardín una puerta trasera que te sacaba hasta la entrada principal rodeándola claro. Salí por ahí para evitarme cruzar por la casa y que así nadie me viera... llegue hasta mi auto, subí a él. Me seque las lágrimas y me puse el cinturón, maneje hasta mi departamento.