Capítulo 5.

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Capítulo 5.


Light Yagami entró en la sala.


L.Y: ¿Sabes que día es hoy, Matt?

Matt: Oh, no me lo digas, déjame pensar...¿Un día menos para ver a tu novio el violador cibernético?:)

L.Y: ¬_¬ él no es nada de eso.

Light miró el pequeño reloj del escritorio de su ordenador. Estaba nervioso por tener una videoconferencia con su chico, como llevaban haciendo largos meses desde que comenzaron a ser pareja. Es increíble lo rápido que pasa el tiempo cuando eres feliz.


Elle Lawliet entró en la sala.


Elle:<3

Light sonrió feliz al ver aquel corazón, ignorando su conversación con Matt por completo. Seguramente su amigo se lo echaría en cara pero...Su tiempo con Elle era bastante valioso, porque por desgracia,no era demasiado debido a la hora de cada país.

L.Y: Adivina que día es hoy :)

Elle: ¿Y mi corazón de vuelta? :(

L.Y: Elle...

Sonrió,pulsando con el ratón del ordenador el icono de vídeo llamada. Se miró al espejo, peinándose el cabello como siempre hacia para estar perfecto ante su chico.

En cuanto la cámara mostró ambas imágenes, Lawliet se acomodó mejoren la cama ya que estaba usando su ordenador portátil. Light rió divertido al ver como a su alrededor había bolsas vacías de pastelitos y un montón de apuntes desperdigados por las sábanas.

-Tienes la cama hecha un desastre – le dijo, ajustando el micrófono para la llamada.

-Lo sé. Soy un poco guarro en época de exámenes. ¿Y mi corazón?

Poniendo los ojos en blanco pero con una mueca divertida, Light extendió las manos hasta hacer un corazoncito con los dedos, sonrojándose.

-¿Ha quedado muy "cute"?

-Como tú, nene. Todo tú eres adorable y bonito – se echó a la boca un pastel de nata, ronroneando por el sabor del azúcar. Se movió sobre la cama, acercando a la cámara un par de entradas VIP que Light conocía muy bien -. Ya tengo las entradas del concierto preparadas.

El castaño asintió feliz, casi sintiéndose tonto por haberse olvidado del concierto. Desde que comenzaron con aquella relación a distancia, Light solo tenia pensamientos para su novio a pesar de que fue gracias a querer ver a ese grupo de música lo que les hizo conocerse.

Lawliet se chupó los dedos distraído, sin ser muy consciente de lo mucho que encendía eso a Light, que debido a la desesperación por tener un contacto físico con el moreno, cualquier gesto era demasiado.Miró hacia atrás cuando Sayu entró sin pedir permiso al dormitorio.

-¡Light! Mamá dice que si vas a ir con papá al centro comercial – su hermana ignoró el regaño por parte de su hermano, ya que se acercó hasta el ordenador y saludó efusivamente a Lawliet -. ¡Hola Elle! ¿Ya te está mi hermano molestando?

-¡Hola Sayu! No, digamos que ambos nos molestamos mutuamente – rió divertido, disfrutando de como Light reñía a su hermana hasta conseguir echarla del dormitorio.

-Perdona.Ya sabes como es.

Lawliet asintió. Habían pasado muchos meses desde que se convirtieron en pareja, por lo que la familia Yagami estaba mas que enterada de la relación de los muchachos. Al principio se opusieron debido a la distancia, pero sabían que Light siempre se salia con la suya y hacia lo que le daba la gana, así que lo dejaron por imposible.

-Hoy tengo turno doble en la heladería. Debido a los días que estaré fuera, quieren que haga más horas de la cuenta.

Elle suspiró, pensando en eso. Desvió un par de segundos la mirada hacia la mesita donde había dejado varios folletos y solicitudes de empleo por si Light, cuando llegase a Inglaterra, resultaba que terminaba enamoradísimo del lugar. ¿Quién sabe? Sonaba a locura el pedirle que viviese unos meses junto a él, pero no pudo evitar hacerse ilusiones.

-Light.

-¿Uhm?

-Creo que te quiero. Mucho.

El castaño tragó saliva, con la boca un poco entreabierta y deseando que no se le hubiese quedado cara de tonto frente a la cámara. No era la primera vez que se decían cosas así, pero si fue la primera vez que Elle se lo confesaba con aquella seriedad y convicción.

-Di algo.

-Yo...- se rascó la nuca, nervioso. No pudo evitar sonreír suavemente, volviendo a mirar hacia la cámara -. Yo también a ti. ¿Es una locura? ¿Y si resulta que realmente eres un violador cibernético?

-Acabo de decirte que te quiero y tú solo me preguntas si soy un violador cibernético – riendo, se acomodó mejor el ordenador sobre el regazo, seguramente para intentar ver mejor los bonitos ojos de su chico a través de aquella conferencia en vídeo -. Yo solo se que nunca había sido tan feliz.

Light echó la cabeza hacia atrás, revolviéndose el cabello. Era en situaciones como aquella cuando necesitaba tenerle a su lado, para acostarse con él y darle todos los orgasmos que le pidiese. ¿Qué podía decir? Le gustaba mezclar el romanticismo con el sexo desenfrenado.

-Haces que me caliente.

Ahora Elle arqueó la ceja, relamiéndose el labio. Era increíble las ganas que tenia de ver al fin a Light y poder tener relaciones con él. Aunque a veces le aterraba que llegada la hora de la verdad, no funcionasen como pareja.

-A lo mejor deberías quitarte ropa. Eso te ayudará con el calor.

Light sonrió travieso, mirando el reloj del dormitorio. Por desgracia su turno comenzaba en breve.

-Ojalá pudiese, pero debo ir al trabajo. ¿Me enviarás un mensaje cuando salgas del examen?

-Todos los que quieras.

Ambos sonrieron, rozando la pantalla del ordenador con la yema de los dedos como señal de despedida. Una costumbre que habían adquirido con los meses.

-Te quiero, chico "cute"- le sacó la lengua burlón, despidiéndose de Light con la mano.

-Y yo a ti, loco cibernético.

Muya su pesar y dándose cuenta de lo mucho que le costaba cada día hacer aquello, Light finalizó la vídeo llamada, apagando el ordenador cuando leyó las quejas del pobre de Matt y veía por encima las fotos gays que le había enviado. El pelirrojo aún tenia la esperanza de que mejor amigo saliese con alguien de su misma ciudad.

Se puso en pie, mirando emocionado su billete de avión hacia Inglaterra, ese que tenia a buen recaudo en el cajón del escritorio.Incluso había hecho en un papel un dibujito gracioso de él subido en el avión y Elle esperándolo en el aeropuerto con una gran sonrisa. Diablos, los días restantes que quedaban hasta el tan esperado viaje se le iban a hacer eternos.

A distancia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora