Capítulo 7.

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Definitivamente, Light era lo más erótico que había visto nunca.

Ahí, con las piernas flexionadas, los dedos aferrados a la sábana y la nuez de adán marcándose sensualmente bajo aquel trozo de piel que Lawliet había besado y succionado desde que comenzaron con las caricias subidas de tono.

―Uhmm...Elle... ― se mordió el labio inferior, respirando agitado y siseando por el placer cuando su novio agarró decidido la erección que tenia y se la introdujo en la boca. Con aquella sonrisa pícara y traviesa.

Lawliet arqueó la ceja, divertido por como hacia temblar al castaño usando la lengua. Se acercó más a su novio, lamiendo su miembro con deleite antes de masturbarlo despacio, mordiéndole la barbilla segundos después.

―Eres demasiado sensual, ¿lo sabias?

―Y tú muy travieso. Estamos a la par ― sonriendo, besó con ganas los labios de Lawliet por enésima vez, moviendo la cadera para encontrar alivio al hacer fricción entre ambas erecciones. Imitó los movimientos del otro, masajeándolo al mismo ritmo mientras gemían juntos ―. ¿Me quieres?

―Pues claro que te quiero ― tanteó con los dedos la mesita junto a la cama, sin descuidar sus pequeños mordiscos sobre la clavícula del castaño hasta toparse con lo que buscaba, un bote de lubricante y un preservativo ―. ¿Ahora te pones romántico?

Light le sonrió, encogiéndose de hombros y subiendo con ambas manos por el pecho de su novio, estimulando su piel sensible y enredando los dedos en sus cabellos. Le besó muy lentamente, disfrutando de la calidez y la humedad que envolvían ambas bocas cuando se encontraban.

―Amo besarte... no pensé que me gustaría tantísimo hacerlo.

Lawliet le observó unos segundos, sintiendo el pequeño deje de tristeza que contenían sus palabras. Solo llevaban un rato juntos y ya sentía que iba a morir cuando Light tuviese que volver a Japón. Desechó aquellos pensamientos tristes, volviendo a concentrar sus atenciones por completo en su novio.

Acomodó mejor a Light sobre el colchón de la cama y enredó los brazos tras su espalda, elevando la parte superior de su torso para morder y lamer su pecho. Sintió las estilizadas piernas del japonés rodearle la cintura, incitándole mediante pequeños movimientos a que se rozase con mas ahínco. Lawliet perdió un poco el control cuando sus besos de hicieron desesperados y ansiosos, provocándole gemidos extasiados a su novio en cuanto se lubricó como pudo los dedos y tanteó con ellos su cuerpo, mordiéndole el cuello a la vez que metía muy despacio el primero.

Light no pudo evitar sisear incómodo, relajándose tras respirar poco a poco. Hacia mucho tiempo que no se acostaba con alguien y aún sentía algunos nervios porque todo saliese perfecto entre ellos.

―Relájate... ― el susurro de Lawliet en su oído le sacó una sonrisa, abrazando el cálido cuerpo sobre él. Le besó la mejilla y abrió más las piernas, arañando su torso y notando su corazón bastante agitado.

Elle no tardó en encontrar el punto más dulce del castaño, elevándolo al cielo cuando sus dedos se movieron profundamente dentro de él, sin olvidarse de sus labios los cuales mordía y besaba hasta el extremo de sentirlos hinchados y muy calientes. Algo que lo excitaba todavía más si eso era posible.

Light se retorció bajo su cuerpo, con las mejillas sonrojadas y sin poder dejar de relamerse los labios.

―Eres cruel, fóllame ya.

―Oye, oye...eres demasiado impaciente. ¿Lo sabías? ― riendo, dejó que Light le golpease con cariño el brazo, sintiendo como le clavaba las uñas debido a un espasmo de placer ―. Pero nadie puede resistirse a tu cara sonrojada, así que...

Light rió ante eso, agarrando de la cintura a Lawliet y respirando nervioso cuando vio como se terminaba de poner el preservativo y se acomodaba sobre él. Elle apoyó una mano sobre la almohada mientras la otra guiaba su erección hacia el interior de Light, entrando muy despacio y soltando un leve jadeo placentero. El cuerpo de Light parecía asfixiarlo, calentándolo hasta el punto en el que tuvo que pegar su torso del todo contra el suyo mientras terminaba de penetrarlo, gimiendo con placer.

Elle apoyó la frente contra la de su novio, cerrando los ojos y manteniéndose quieto unos segundos, dándole tiempo para que se acostumbrase. Light sonrió, rozando con los dientes la mejilla caliente del moreno y acariciando su costado, delineando la piel con los dedos y moviéndolo suavemente sobre él.

―Elle, ¿qué pasa?

―Nada...no es nada.

Agarrándole la barbilla Light le obligó a que se mirasen, encontrando preciosos sus ojos. Esos que le miraban con adoración.

―Dime que te pasa.

―Que te quiero, Light.

Sonriendo, le acarició el cabello y echó el cuello un poco hacia atrás justo cuando Lawliet comenzó con aquel ritmo placentero que incrementó al cabo de los segundos, consiguiendo que el castaño se derritiese bajo sus roces.

Los jadeos y gemidos de ambos subieron de tono, acoplándose al sonido que hacia la cama al golpear la pared con cada embestida. Las manos de Lawliet sujetaron las del castaño contra la almohada, besándolo hasta casi quedarse sin aire. Le gustaba escuchar a Light gimiendo cerca de su oído, diciéndole cuanto le quería y adoraba. Se mordió el labio, hundiendo el rostro en la curvatura del cuello del castaño y abrazándolo contra él.

Las sábanas se revolvieron cuando dieron la vuelta sobre la cama, sin dejar de moverse y acariciarse entre ellos, explorando y memorizando cada centímetro de piel el uno del otro. Light terminó a horcajadas sobre su novio, moviéndose sensualmente con el cuerpo encorvado hacia delante para poder tirar de su labio inferior y lamerlo superficialmente. Movió las caderas y gimió casi sin aire cuando sintió de nuevo los dedos de Elle sobre su erección, acariciándole y llevándole al orgasmo al cabo de los minutos. Light se tensó pero no se apartó, más bien continuó moviéndose gracias a las manos de Elle en su cintura, quien terminó por sentarse y hundir el rostro en su cuello justo cuando el placer invadió por completo su cuerpo, jadeando extasiado a su lado.

Light sonrió suavemente cuando escuchó una especie de ronroneo bastante gracioso por parte de su novio, que cerraba los ojos a la vez que le acariciaba la espalda, jugando con los dedos sobre el hueso de su columna.

―Joder, Light.

―¿Qué significa eso? ¿No te ha gustado? ― sonriendo travieso, besó la mejilla de Elle, sintiendo lo caliente que estaba.

Elle lo tumbó en la cama a su lado, pasando el brazo sobre su cintura y besando su cuello antes de abrazarle. Light aprovechó para acurrucarse, jugueteando con los mechones negros de su pelo.

―Elle...

―¿Uhm?

―No te duermas, quiero repetir.

Lawliet rió, besándole la frente y apartándole el pelo.

―¿Y quien soy yo para negarme a eso?

A distancia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora