Light se movió perezosamente entre las sábanas. Una sonrisa tonta adornaba su cara aún estando semi dormido.
Se acurrucó, ronroneando para gruñir cuando volvió a escuchar el ruido de su teléfono móvil en la mesita. Le costó unos minutos abrir del todo los ojos, notando como ya no sentía tanto el cansancio que llevaba arrastrando desde el viaje en avión; y todo gracias a las horas que había podido dormir cuando Lawliet y él terminaron demasiado agotados tras la intensa primera noche de sexo.
Frunció el ceño al no ver a su novio en la cama, recordando segundos después que había tenido que ir sin más remedio un par de horas a la universidad. A pesar de que Light había querido acompañarle, Lawliet prefería que el castaño descansara hasta su vuelta puesto que aquel día saldrían a enseñarle la ciudad.
Agarró su teléfono, enfocando la vista hacia la pantalla y viendo varios mensajes en su bandeja de entrada.
Matt: ¿Ya te ha roto tu novio el culo? Contesta al menos para saber que estás bien.
Sayu: Mamá quiere fotos de ambos, dice que así se queda más tranquila si ve que Elle existe de verdad y no es una invención tuya de niño loco.
Light puso los ojos en blanco, sonriendo y contestando a ambos. Cuando estaba seleccionando una foto para Sayu, no pudo evitar sonreír tontamente. Las primeras fotos como pareja real que tenía junto a Elle en el teléfono eran bastante bonitas. Las habían sacado la noche anterior tras haber estado retozando en la cama casi sin descanso y darse una buena ducha. Elle le abrazaba desde atrás, con la barbilla apoyada en la curva de su cuello y besándole la mejilla con un ojo entre abierto. Incluso se veía más tierna por estar Light vestido con una camiseta ancha de su novio a modo de pijama.
Se levantó de la cama, aseándose en el baño antes de ir directo a la cocina. Elle le había dejado en la mesa algunas cosas para desayunar y en cuanto miró a su alrededor, sonrió con una idea en mente que tenia ganas de llevar a cabo desde que su madre se lo dijese en Japón.
La mujer había enseñado a su hijo como hacer un pastel de queso con nata y fresas, uno bastante típico en su familia. Como Light no era muy amante del dulce, la pobre Sachiko estaba deseando que aquella receta fuese conocida por más gente y confirmar que le salía bastante rico, valiendo la pena el tiempo que se empleaba en la cocina a la hora de hacerlo.
—Bien, manos a la obra.
Y eso hizo. Sobre todo cuando pensó en la cara de su novio al llegar a casa y encontrarse el pastel en el horno.
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Lawliet estaba cansado pero feliz, más de lo que había estado nunca. Pensar en Light era perderse en aquel sentimiento de mariposas que revoloteaban en su estómago y le ponían una sonrisa tonta de enamorado en la cara.
Metió las llaves del apartamento con rapidez en la cerradura, deseando ver a su novio. Lo de ir a la universidad le había estropeado un poco la mañana, pero había dejado todo solucionado para no tener que asistir durante los días restantes en los que Light estaría en Londres. Además, se había encontrado con Mello y Near por allí y sus amigos habían tenido que aguantar las veces que les había dicho lo genial y guapo que era su novio. Como un completo enamorado.
— ¡Light! ¡Llegué!
— ¡Estoy en la cocina!
Sonrió ampliamente, sobre todo cuando le llegó a la nariz el aroma dulce de algo que se estaba cocinando en el horno. En cuanto entró, Light le sonrió con cariño, acercándose a él para abrazarlo contra su cuerpo.
—Te he echado de menos.
—Apenas he estado unas horas fuera — Elle le besó la mejilla, tocándole el culo y apretando las manos con deseo. Se separó un poco de él, sin dejar de besarle —. ¿Estás cocinando?

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A distancia.
Fiksi Penggemar¡Oh!. Los amores a distancia, las almas gemelas, tu "media naranja"... Conocer a alguien a través de un foro de Internet está a la orden del día, pero no todo el mundo puede contar que el amor surgió como una chispa, atravesando kilómetros de distan...