capitulo 12

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Llego el momento, el momento que Astrid esperaba, ahora era el momento de aclarar sus dudas.
Llegando a su casa se encuentro con dos hombres que la esperaban
Astrid fue por sus cosas.

- adiós Astrid - dijo Mérida tratando de no llorar

- adiós hermana

- cuídate mucho

- ven a visitarnos​ cuando puedas

- adiós Astrid

- adiós chicos - dijo Astrid para después dirigir se a su madre - mamá

- Astrid, hija... - dijo la señora tratando de no llorar

- mamá - dijo Astrid viendo la - todo estará bien, vendré a visitar te cuando pueda

- si hija - dijo su madre para después abrazar la

- adiós mamá - dijo Astrid dando le un beso en la mejilla

Su madre tenía ganas de tomar la de los brazos y no soltar la nunca, su pequeña, su hija que crio con amor se iba de su lado, no aguanto más y soltó el llanto

- Astrid - decía con lágrimas - no te vallas...

Astrid no sabía que hacer, le dolía ver a su madre así.

- mamá... - dijo Astrid tratando de contener las lágrimas - volveré y los llevaré conmigo... Te lo prometo

- hija... No te vallas

La rubia tomo las manos de su madre y las soltó para ya no volver a sentir las

- Astrid - dijo tratando de tomar la de nuevo en sus brazos

- mamá... Por favor - dijo Jack tomando la de los hombros

- ... Hija... No te vallas

- adiós - dijo Astrid y salió

Subió al auto y miro su casa por última vez, volverá todos sabemos que lo ara.
Volverá con respuestas.
Miro el camino, el lugar, cuando llegó a la ciudad no pudo ocultar su asombro nunca había ido a la ciudad asta ese momento.
Llegaron a un gran edificio, bajo del auto junto con otros dos hombres quienes la llevaron a la oficina de su padre.
Miraba y miraba el lugar, tenía miedo pero se tranquilizó

- hemos llegado - dijo uno de los hombres - bien venida señorita Hofferson - dijo el hombre abriendo la puerta

Astrid miro a un hombre quien miraba por la ventana y después la vio a ella, estaba asombrado.
Los dos, padre he hija viendo se a los ojos.
Bryan se acercó a ella quedando cara a cara, los dos estaban sin palabras

- tú...

- si

- ¿tu eres mi padre? - dijo Astrid

- si soy yo - dijo Bryan viendo la - pero...

- señor nos pareció bien que conociera a su hija aquí

Bryan la abrazo

- mi pequeña

- ¿tu pequeña?

- si - dijo y se separó - no ¿estas feliz de ver me?

- oh hablas que si no estoy feliz de encontrar a mi padre después de 19 años

- si

- ¿estas jugando? - dijo Astrid cruzando se de hombros - ¿crees que te voy a abrazar solo con ver te?

- bueno...

- pues estas equivocado...

- no me hables así

- talvez digas ser mi padre pero no lo eres, si lo eres ¿porque está ahora me buscas?

- yo...

- ¿yo no te importe? ¿porque me buscas ahora? ¿porque?

- ... Mira a.... ¿como te llamas?

- As...

- bueno no importa, desde hoy en adelante te llamaras Marisca

- ¿que?

- si, suena elegante

- oye me, no me cambiarás el nombre mi nombre es Astrid

- ¿Astrid?

- así me llamó mi madre ahora sí me ¿porque me dejaste?

- porque... Te dejé... No necesitas saber lo

- ¡di me lo ahora! No me voy...

- yo te dejé porque - suelta un suspiro - porque nunca te quise

las trillisasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora